La falta de alumbrado público y carencia de vigilancia ha colaborado para que la delincuencia se apodere del Cementerio Nuevo de Tucupita.
La inseguridad en el lugar sigue causando estragos en los últimos días ya que el camposanto es un lugar propicio para hechos vandálicos.
Según denuncian algunos familiares que visitan por lo menos dos veces a la semana a sus difuntos; los delincuentes se llevan las piezas de las tumbas para vendérselas a los chatarreros.
“Llegamos temprano al cementerio para nuestra sorpresa hurtaron todas las rejas de la casillita donde están las tumbas de nuestros familiares”, afirmó el reconocido ex gloria deportiva Edgar Ramos.
El denunciante señala que el cementerio no cuenta con vigilancia policial, solo se observa los organismos de seguridad cuando hay actividades del gobierno o cuando es el día de los muertos.