Foto de Amador Medina
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Loa Tamaronis estuvo emocionada, así se escuchaba y podía verse; tenía que rendir cuentas a su pueblo, ese que la eligió como su jefa municipal. Así lo hizo la mañana de este sábado, en un acto poco habitual en medio de la pandemia.

Con la voz un poco temblorosa agradeció a tantos más no poder, los más fieles, a su familia, y llenó de cuentas a quienes pudieron escucharla. No se comió un punto, una coma, un cero demás o uno menos, fue a lo que fue.

Más satisfecha no pudo estar de su gestión. Las cuentas las dio, las memorias también. Está a puerta abierta cualquier opinión, sin embargo, “lo que está a la vista, no hace falta anteojos, Dios me de sabiduría”, dijo.

“A mi pueblo, los necesito permanentemente a mi lado, si me dejan sola seré una ciudadana más, pero si me acompañan seré la más grande servidora”, expresó Loa.

Una alcaldía que no tuvo deudas con sus trabajadores al final de año, según la funcionaria, y no estará tranquila hasta ver su ciudad como la más limpia de toda Venezuela, es a lo que apuesta.

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