Foto de Amador Medina
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Lizeta Hernández, gobernadora del estado Delta Amacuro, hizo entrega del informe de su gestión del período 2020, el sábado 17 de abril, en horas de la mañana.

Lo hizo en la sala de sesiones del Consejo Legislativo de la entidad, en un acto bajo un estricto cuidado sanitario y en compañía de sus cuatro alcaldes, diputados y concejales.

En su discurso, agradeció a su equipo político que la ha acompañado en estos 12 años desde que ejerció el cargo.

“He venido a entregar las cuentas, porque la memoria está en cada uno de los deltanos. Han pasado doce años y aquí estamos. Hoy tenemos una unidad política, contra eso nada ni nadie”, expresó.

Hizo en recuento de varios acontecimientos desde su inicio como gobernadora, de los que tuvo que “superar”, uno y quizás el más catastrófico, fue el tener que recordar el secuestro de su padre Simplicio Hernández, en el año 2012.

No dejó de lado el duro golpe de la pandemia el pasado año, donde gran parte de su estructura política se vio afectada por ella y del que también tuvo que enfrentar.

A la actividad también asistió Monseñor Ernesto Romero, máxima autoridad de la iglesia Católica en Delta Amacuro.

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