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Tucupita.- La gobernadora Lizeta Hernández llama reiteradamente a los deltanos a resguardarse en sus casas y a respetar la cuarentena, pero hasta la fecha se desconoce alguna medida por parte de Estado que atienda a los hermanos de la etnia warao que viven en condición de calle.

Uno de los principales métodos de prevención del COVID-19 es el constante lavado de las manos con agua y jabón, recursos a los que, sumados a una vulnerabilidad económica, muchos indígenas que se acantonan en distintos puntos de la ciudad no tienen acceso.

En el Paseo Malecón Manamo, un grupo de familias waraos solía pedir dinero o comida en los alrededores del banco de Venezuela, pero desde que se declaró la cuarentena no se han visto más. Sin embargo, en horas de la noche es evidente la pernoctación de indigentes en el Parque Carabobo y los alrededores del Auditorio Oriwakanoko; la mayoría sin tapabocas.

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