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El administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto durante la misa de este martes aseguró que «Estamos obligados a responder con las armas de Dios. Es el momento de la unidad (…) Se nos quiere controlar viviendo en la oscuridad

«En nosotros no se puede imponer la desesperación ni desesperanza. Esas son las pestes que le pedimos a la Divina Pastora que nos ayude a desterrar de nuestros corazones».


El administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto, monseñor Víctor Hugo Basabe, despidió a la Pastora del alma larense con la misa a las puertas de su templo en Santa Rosa, antes de emprender el camino hacia la capital de Lara.

El prelado celebró que el 14 de enero llegara. «El día más importante para el pueblo barquisimetano ha llegado. Bendita sea la Madre del amor y de la vida, por caminar con nosotros»», dijo. 
Monseñor Basabe habló, además, de la necesidad que tienen los venezolanos de tener cambios. «Cambios que en este momento de incertidumbre necesita Venezuela».


Para Basabe,  «este un pueblo sitiado, un pueblo al que se quiere controlar viviendo en la oscuridad por los constantes cortes eléctricos. Este es un pueblo que vive en enfermedades producto de la situación. Un pueblo que vive de la persecución. Una situación que ha obligado a que nuestros seres queridos busquen otros caminos». 

Además señaló que es «un pueblo que ve sus ciudades destruidas, gobernadas por quienes se olvidan de trabajar por un bien común, sino por sus intereses». 


«Es un pueblo en el que sus mejores hombres y mujeres son amenazados por un régimen político que nos somete desde hace 20 años», planteó.  «Un pueblo que sufre las consecuencias de una geopolítica nacional que no le importa los venezolanos. Un pueblo que ve cómo se destruye la naturaleza para sacar sus riquezas (…)», manifestó.


El obispo expresó que este «es un pueblo que se ha visto traicionado por mercaderes de la política que se vendieron por cuatro monedas y han decidido ponerse a disposición de quienes atentan contra la integridad den pueblo venezolano».


Se refirió a quienes «se mantienen firmes por las armas de una milicia políticamente volcada por otros intereses y se ponen de espaldas contra el pueblo». 
«Estamos obligados a responder con las armas de Dios. Es el momento de la unidad y la confianza», señaló Basabe.

Al saludo eufórico de «Buenos días, Divina Pastora» comenzó el traslado de la sagrada Imagen a la plaza frente al templo. Allí sus devotos le cantaron el  himno Oh Piadosa y Amante Pastora.


Monseñor Víctor Hugo Basabe ofició la misa en compañía de monseñor Polito Rodríguez, obispo de San Carlos, quien presidirá la misa en la Catedral de Barquisimeto para recibir a la Pastora.

En su mensaje al país,   Basabe dijo que este es el momento por preocuparnos de desterrar toda conducta impropia.


«Le pido al Señor que acoja las súplicas y los permita vivir una peregrinación plena de alegría y fe», invitó a minutos de que iniciara la visita 164 de la Pastora a Barquisimeto.
Agradeció a los miles de devotos que la acompañan en estos actos y pidió orar por los que se han visto obligado a emigrar en busca de mejores condiciones de vida. Por ellos, pidió a la Divina Pastora acompañarlos.

Basabe antes de culminar la misa de despedida manifestó: «Hay que pedirle a Dios y a la Virgen para que nos permita ver pronto en los altares al venerable José Gregorio Hernández».

LA PRENSA DE LARA/PANORAMA

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