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Yusenia Cabrera Marín, comerciante de la comunidad de Coporito Abajo, de Tucupita, estado Delta Amacuro, denunció ante el Ministerio Público de esta ciudad, una presunta extorsión por parte de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) del estado Monagas.

Cabrera Marín acompañada por la presidenta de la Cámara de Comercio e Industria de Tucupita María Adelaida Da Silva, informó, que 12 de diciembre del año en curso, en horas de la mañana acudieron a su establecimiento comercial que lleva por nombre Bodega Doña Eva ubicado en la comunidad de Coporito Abajo, en el municipio Tucupita, una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) pertenecientes al estado Monagas, preguntando por su esposo José Alexander Alcalá, quien para ese momento no se encontraba en el sector por el fallecimiento de un familiar y se encontraba cumpliendo con asistir a los actos velatorios fuera de la ciudad.

Los funcionarios del CICPC, según denuncia la señora Cabrera Marín, “los funcionarios profiriendo palabras obscenas y optando por introducirse en nuestro negocio muy a pesar de que se encontraban otras personas presentes y de pedirles que no lo hicieran ya que me encontraba sola en mi establecimiento comercial y revisando todo de manera exhaustiva”.

La comerciante específica, “una vez que revisaron todo el interior del negocio, siguieron preguntando por mi esposo, a lo que le seguía respondiendo que no se encontraba en el sector. Es entonces que luego de insultarme con todo tipo de improperios me piden que los acompañara hasta la sede del CICPC local y obligándome a abordar un vehículo automotor que mi esposo había comprado recientemente”. Les digo que me dejen cerrar mi negocio para acompañarlos y se montan conmigo en el vehículo.

La denunciante aseveró, que estando en la sede del CICPC de Tucupita la obligaron a comunicarse con su esposo para que este se presente en el CICPC y según su versión allí comienzan a realizarle todo tipo de cuestionamientos, a decirle “que su esposo era un delincuente, malandro y que era un cobarde entre otras cosas”.

Yusenia Cabrera Marín, dijo “me arrebataron mi teléfono celular y comenzaron a manipularlo sin mi consentimiento, me obligaron a quitarle la clave de bloqueo para manipularlo sin mi permiso e incluso a mandarle mensajes a mi esposo haciéndose pasar por mí”.

Además, me decían “que mi esposo era parte de un robo que se había cometido en Maturín, y que para resolver ese problema nosotros debíamos pagarle la cantidad de 10 mil dólares americanos o su esquivarte en bolívares a la comisión del CICPC a lo que siempre respondí que no íbamos a pagar nada porque mi esposo no tenía ningún grado de participación en ningún hecho delictivo”. También me decían “que si mi esposo no se presentaba yo, iba a quedar detenida y me iban a trasladar a Maturín por cómplice, y que mi vehículo un Toyota Corolla de mi propiedad lo iban a “encochinar” para que no pudiera recuperarlo posteriormente”, refirió.

Esta situación se presenta porque mi esposo en fecha 29 de septiembre del año 2023, adquirió una Camioneta usada en la ciudad de Maturín en un concesionario que está ubicado frente a Malariologia por la cantidad de 6 mil dólares americanos, con dinero proveniente de actividades licitas. Al día siguiente de la compra, al ciudadano vendedor presuntamente lo roban en su residencia, siendo un hecho aislado tanto para mí como para mi esposo, ya que nosotros en ningún momento sabíamos dónde vivía el vendedor del vehículo.

Ahora bien, una vez que me traen hasta la sede del CICPC que funciona en la avenida Orinoco de Tucupita me retienen el vehículo automotor, recientemente comprado por mi esposo sin que me entregaran ningún tipo de documento donde se deje constancia de la retención del vehículo en cuestión el cual estaba en perfecto estado de uso y de conservación.

Cuando eran aproximadamente las 7:00 de la noche se presentaron a la sede del CICPC local dos abogados para saber y conocer sobre mi situación a quienes les informaron “que iba a quedar detenida por estar llamando abogados y dado el retraso de mi esposo en presentarse en la sede del Cicpc” dijo Cabrera Marín.

La comerciante dijo que luego de horas de estar detenida, los funcionarios la liberaron como a la 1:00 de la mañana.

Para finalizar, Yusenia Cabrera Marín, hizo un llamado al fiscal Superior del estado Delta Amacuro, para que atiendan su denuncia y se tomen acciones que impidan ese tipo de extorsión por parte de funcionarios del estado venezolano.

También hace responsable a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de lo que le pudiera pasar tanto a ella como a su esposo, o a cualquier persona integrante de su familia, o su negocio.

Todo este trato inhumano, degradante, humillante, crueles han causado tanto en mi grupo familiar, temores, angustias, que me han alterado mi sistema nervioso al punto que no logro conciliar el sueño siento la sensación de que me están siguiendo con un grado de estrés muy alterado, finalizo la señora Cabrera Marín.

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