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José Tucupita es uno de los peluqueros caninos más reputados. Con 10 años de experiencia, ha invertido mucho tiempo en formarse con los número uno del grooming, llegando a dirigir uno de los kenneles más importantes del caniche estándar, Piedmont, donde afinó sus destrezas de la mano de los máximos exponentes de la raza de Estados Unidos. Habiendo impartido multitud de seminarios por todo el mundo, se encuentra actualmente en España regentando su propio salón.

¿Cómo fueron sus inicios?

Empecé por una necesidad económica. Era profesor de Biología y necesitaba hacer una actividad extra, por lo que empecé a hacer peluquería en el lavadero de mi casa, durante los fines de semana. Al tiempo ya tenía algunos clientes. Así creció mi necesidad de aprender.

Me formé con los mejores de mi país, que estaban a más de diez horas de mi casa. Aprender de verdad me llevó a la decisión de abandonar mi empleo como docente y a enfocarme 100% en el oficio. Fue sin duda la mejor decisión de mi vida.

Más adelante y ya con un negocio exitoso de cinco empleados, el Centro de Estética Canina Josdog, y viendo que la situación socioeconómica de mi país iba en declive, decidí emigrar. Mi primer país fue Colombia. Un año más tarde, me instalé en Ámsterdam, después en Suiza y, finalmente, en España, donde estuve trabajando con el reconocido groomer Jaume Fauria, hasta que me contactó Barrie Drewitt-Barlow para trabajar en Estados Unidos y dirigir su kennel. Allí obtuve la visa no-inmigrante O-1, por habilidades excepcionales, que me permitió vivir y trabajar en el país durante tres años. Pero, como adoro vivir en España, regresé para aportar todo mi conocimiento adquirido acerca de los poodles. Me ha ido muy bien; mi forma de hacer los topknot ha revolucionado los arreglos tanto en España como en Europa.

Cuéntenos un poco más sobre su formación…

Mis premisas y fundamentos los adquirí con los que eran los mejores groomers comerciales de mi país en ese momento. El primero fue Eduardo Silva, en Caracas. Con él aprendí mis primeras nociones sobre líneas y angulaciones en el caniche, y a mover correctamente la tijera. No me puedo olvidar de mi madrina y gran maestra Taty Orizondo, con quien comprendí que todo en la peluquería canina es de sentido común, que todo tiene un por qué y un para qué. Ella es la persona más especial que pude conocer, pues fue quien me convenció para seguir aprendiendo. Como ella dice, “es el primer escalón en una larga carrera”.

En Colombia fui a muchos seminarios, pero hubo uno que marcó un antes y después, el impartido por Clayton Muñiz, gran peluquero brasileño. Hoy en día es uno de mis más grandes amigos.

Al llegar a España, comencé una larga travesía con diferentes groomers, Emilia Díaz, Jaume Fauria, Lluisa Royo, Yulia Marenkova, Massimo Campos, Anders Rosell y Félix Duque, entre muchos más. Y, estando ya en Estados Unidos, con Christian Manelopoulos y Rachel Corbin, quienes me aportaron mi nuevo estilo 100% americano, que hoy en día es una parte fundamental de mis arreglos.

¿De dónde sale su seudónimo? Porque su nombre es José Terán…

Mi seudónimo, “Tucupita”, nació por casualidad. Cada vez que iba a los campeonatos de peluquería me preguntaban de que país era, a lo que yo respondía: ”de Venezuela” y, seguidamente, “¿de qué ciudad?”: “de Tucupita”. Este nombre tan particular causaba gracia, así que me empezaron a llamar “Tucupita” o “Tucu”. El día que gané mi primera medalla, el presentador del evento —que es un buen amigo— en vez de decir mi apellido, que es Terán, se confundió y dijo “José Tucupita”. Desde ese día me bautizaron con ese nombre. Para mí es una oportunidad para llevar por el mundo el nombre de mi pueblo, algo que me llena de mucho orgullo.

Es usted especialista en caniches. ¿Por qué esta raza?

Estoy enamorado de los caniches desde que tengo uso de razón. Los primeros los tuve, a mis 20 años, cuando estaba cursando mis estudios universitarios. Eran mi compañía, ya que vivía a muchos kilómetros de mi casa. Siempre fui muy cuidadoso con ellos y, aunque no eran de exposición, los trataba como tal.

El poodle o caniche es uno de los perros más conocidos en todo el mundo debido a su elegancia, inteligencia y a su carácter equilibrado. De hecho, están considerados como uno de los cinco perros más inteligentes que existen. Aprenden con mucha facilidad y les encanta correr, nadar y recoger cosas con su boca (son buenos cobradores), pues fueron diseñados para esta función. Actualmente, casi todos se limitan a ser compañeros de hogar. Algo muy interesante es que los Gigantes tienden a ser más tranquilos, por eso son una buena opción para personas que empiezan con alguno, y que las variedades más pequeñas suelen ser un poco más movidas e indisiplinadas, y requieren una gran demanda de atención.

¿Cómo es su estructura?

El poodle es un perro de proporciones medianas, y de pelo rizado, ensortijado; o de mechones en forma de cuerdecillas. Su apariencia estructual debe ser siempre un poco más larga que alta, sin llegar a ser excesivamente largo. Con el grooming, buscamos que esta estructura sea compacta y acortada, persiguiendo siempre una apariencia armónicamente cuadrada y elegante. Los tamaños existentes y permitidos actualmente son:

  • Estándar o Gigante: de 45 a 60 cm. a la cruz
  • Mediano: de 35 a 45 cm. a la cruz
  • Enano: su altura es menor a los 35 y mayor a los 28 cm. (no permitido en el estándar del American Kennel Club)
  • Toy: posee una altura de menos de 28 centímetros a la cruz

El pelo del caniche se considera de muy alta calidad, sea cualquiera el tamaño del ejemplar. ¿Cuál cree que es el mejor corte de pelo para esta raza?

El caniche posee una variedad de cortes muy amplia y siempre es el gusto el que prevalece aunque, si tuviese que elegir, mi corte favorito sería el clásico Continental. En un buen ejemplar, con un pelo de calidad y bien estructurado, con este corte no hay quien lo supere. Es la espectacularidad llevada a su máxima expresión.

El corte Moderno, por su comodidad, es el más realizado en una peluquería comercial…

Lamentablemente, por mi experiencia, no es el corte Moderno en su estricta forma lo que más hacemos en nuestra peluquería. La comodidad de los dueños de las mascotas prevalece, por lo tanto, casi siempre tenemos que cambiar volúmenes, formas y proporciones. Esto nos aleja de la estética característica de este corte, dando lugar a la nueva necesidad de hacer arreglos más parecidos a peluches o a osos, que se alejan totalmente de los cortes estandarizados.

En lo personal, trato de asesorar a los clientes sobre cómo debe ser la apariencia de la raza en este corte, con más volúmenes, y con una angulación y una proporción correctas. Algunos, atendiendo a mis argumentos como profesional, dejan que realice lo que desee, pero nunca debemos olvidar que cada mascota tiene una familia que posee unas necesidades, y que su corte estético depende de eso. Algunos sólo pueden traerlo a la peluquería una o dos veces al año, y esto hace muy difícil que el animal posea un buen arreglo.

¿Cómo comenzó su experiencia con perros de pedigree?

Fue algo muy casual. Empecé cuando vivía en Colombia. Un criador de caniches Gigantes del afijo Le Petit Trianon De Alucia vio mis habilidades como peluquero comercial, y me propuso trabajar con sus ejemplares. En ese momento, mi única habilidad era mover la tijera, pero fue el comienzo para empezar a crecer, a informarme sobre la raza y a conocer a gente del mundo de las exposiciones, quienes me guiaron y de los cuales aún sigo aprendiendo.

Ha trabajado como mánager de uno de los kenneles (Piedmont, sede en España en 2020) más importantes del mundo del caniche estándar, ligado directamente con las líneas de sangre creadas en España. Cuéntenos.

Si, en el año 2018, Barrie Drewitt-Barlow, uno de los criadores más importantes de esta raza, me contrató para ser el gerente de su kennel, instalado desde ese año en Estados Unidos. Ese fue el instante en el que dejé la peluquería comercial para dedicarme de lleno a la raza, es decir, a la crianza —manteniendo el groomig y las exhibiciones—, seleccionado a los mejores ejemplares junto con Barrie.

Este criadero posee las mejores líneas de sangre. Muchos de los perros seleccionados por nosotros en ese momento son hoy en día los más famosos, llevando a sus espaldas amplias campañas en todo el mundo. En los años 90, Barrie hizo una gran alianza con el criadero Del Zarzoso, gerenciado por Carlos Renau y por Juan Cabrera. Ellos tres hicieron un trabajo que hoy se ve reflejado en muchos de los caniches Gigantes que están actualmente en campaña.

¿Cuáles son las líneas más importantes que existen en la actualidad?

Actualmente, hay varias líneas de sangre que tienen todos los perros buenos, pero todos son producto de cruces antiguos de perros legendarios. Por nombrar alguno, Diego Da Maya, un perro increíble que es considerado un gran reproductor. También Dino, del Zarsoso Sálvame Afterglow, un perro extraordinario y abuelo de la gran mayoría de canes importantes actuales, además de Miki, Ch. Ale Kai Mikimoto on Fifth, un perro que está detrás de muchos grandes pedigree y ganador de más de ochenta y ocho ‘Best in Show’.

A la hora de realizar un cruce, ¿qué predomina más, el tipo o el pedigree?

Creo que es una combinación de ambos. Un mal pedigree puede dañar el trabajo de años de algunas líneas de sangre. En el caso de Barrie Drewitt-Barlow, en Piedmont, mirábamos el pedigree y luego el tipo y, si ambos estábamos de acuerdo, hacíamos el cruce para elegir sólo a uno o a dos de los mejores ejemplares.

¿Cuál cree que es la situación actual de la raza?

La raza sigue siendo muy popular, siendo los caniches Toy, con su color rojo, los más demandados. Sin embargo, no son los más correctos en cuanto a estructura y pelaje. Aunque el cruce indiscriminado ha mermado un poco la evolución, existen my buenos criadores que se informan para tener perros cada vez mejor evolucionados. Esto garantiza un gran futuro de la raza.

En la actualidad, dirige el centro José Tucupita Estilistes Canins, en Santa Coloma de Farners.

Si, tengo un pequeño salón, que regento dentro de una gran tienda de mascotas. No lo tengo como quisiera, porque recién estoy instalado, pero estoy trabajando para hacer crecer el número de clientes, ofreciéndoles todos los servicios comerciales que se pueden dar; cortes a tijeras, técnica mixtas, Stripping y, lo que ha sido todo un éxito, servicios quincenales para perros pequeños. También doy clases privadas de especialización y viajo, casi todas las semanas, por toda España y por Europa, dando talleres y cursos. En un futuro, cuando mi frecuencia de viajes baje, pretendo abrir una gran escuela de grooming, no sé si en Santa Coloma de Farners o en alguna ciudad más grande.

Para finalizar, ¿cuáles cree que son las diferencias, en cuanto al grooming profesional, entre Europa y Estados Unidos?

Las diferencias se basan un poco en lo que se permite en cada país. En Europa, cada vez prohíben más los productos para arreglos increíbles, y esto hace que exista una gran involución en ellos. En cambio, en Estados Unidos se permiten arreglos más elaborados, con extensiones de cabello, afeitados prominentes, sprays, maquillaje, etc. Es común ver, en países como Austria o Alemania, caras con bigotes y con nula existencia del spray o de laca en su topknot, haciendo que sean arreglos bastos y poco elegantes.

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