Jesús Manuel Alfonso, exige justicia para una de sus nietas que presuntamente fue abusada sexualmente hace casi un mes, en Delfín Mendoza de Tucupita, estado Delta Amacuro.
De acuerdo a la versión del señor Jesús, un hombre la habría drogado y posteriormente habría cometido el acto violento. Este hecho sucedió el pasado 25 de junio.
El abuelo relató que Osorio Pereyra, a quien denuncia públicamente tras casi un mes de lo ocurrido, habría invitado a su nieta para ir a una fiesta en una “discoteca”, el viernes 25 de junio, a lo que ella accede y parten al lugar ya de noche. Una vez allí ven que «no había ninguna fiesta», cuenta el abuelo, por lo que Osorio decide invitarla ahora a su residencia ubicada en Delfín Mendoza, invitación que ella aceptó también.
Estando ya en Delfín Mendoza, ella le pide a Osorio un vaso de agua, él le hace saber que no tiene, pero que lo que sí tenía era un «jugo de parchita» y se lo ofrece. Adriolys dice no acordarse de más nada esa noche luego de la bebida.
Aproximadamente a la 1 de la tarde del sábado 26, la víctima despierta y siente su cuerpo adolorido, pero al principio no detalla más nada, hasta llegar a su casa, reveló el abuelo.
Osorio la lleva a su casa en Rómulo Gallegos, y se despiden. Lo último que le habría dicho el implicado a Adriolys fue, “esto queda entre nosotros”. Fue entonces cuando la joven se mira en el espejo y ve su rostro golpeado, con moretones, además de las dolencias en todo su cuerpo.
El abuelo relata que al ver lo que presentaba Adriolys, le exigió que fuera a la fiscalía y denunciara los hechos. Así fue.
El lunes 28 de junio, ella acudió y expuso lo sucedido.
Ese mismo día, la denuncia quedó registrada ante la Fiscalía Segunda del Ministerio Público de Delta Amacuro, bajo el Nº Exp. M.P. 131889-2021.
Posterior a ello, la fiscalía la remite ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), para que sea sometida a los respectivos exámenes forenses.
Luego, una comisión de la policía científica se traslada al sitio donde presuntamente ocurrieron los hechos en busca de evidencias y la detención del implicado, esta última nunca se llevaría a cabo, apuntó el señor Jesús Manuel.
El abuelo aseguró que la fiscalía solicitó luego, el expediente al Cicpc. No obstante, un único documento que habría faltado, sería la del examen forense, “nadie sabe qué pasó con el examen”, argumentó.
La víctima tuvo que ser sometida entonces, por segunda vez, a estos exámenes y hasta ahora no se conoce los resultados de dichos análisis.
Jesús pide que se haga justicia para su nieta y lo hace público, con el argumento de que “a una mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa”, más allá de una salida como cualquier otra persona hubiera aceptado, manifestó.
Adriolys Ortiz, la presunta víctima, tiene 22 años. Es madre de dos niñas, una con condición especial.