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Tucupita.- Pese a los ajustes del salario mínimo para un docente radicado en la tierra del agua es imposible solventar gastos de alimentación en una abrumadora crisis económica que se ha convertido en la peor anarquía de la historia venezolana.

Según la tabla salarial un profesional de la docencia categoría I pasó a cobrar Bs. 11.653.341 mensual, lo que equivale a 4.05 dólares. Con ese monto, un educador podría comprar dos harinas PAN y un litro de aceite.

De acuerdo a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza y Afines de Venezuela (Fetraenseñanza), los docentes de la categoría VI, la posición más alta en la tabla salarial, cobrará como sueldo base Bs. 13.462.820 o 4.68 dólares.

Con eso podrían comprar los mismos productos de la primera categoría o un cartón de huevo y una harina PAN. Los profesores denuncian que ningún incremento tiene relevancia porque se pulveriza en un abrir y cerrar de ojos.

En el Delta, muchos son los que han abandonado el oficio para dedicarse a otras labores como la economía informal ya que es la única manera de sobrevivir en una Venezuela más empobrecida.

“Quién puede vivir de ese sueldo? Es humillante y aberrante pensar que trabajando en una institución pública uno puede por lo menos resolver las necesidades básicas del hogar”, aseveró Juliana Medina, residente de esta entidad quien es licenciada en educación integral egresada de la Universidad Francisco Tamayo.

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