Este sábado en la redacción de esta casa editora se presentó el productor deltano Carlos Moros, quien habiendo cosechado auyama, sacó un poco de esa producción para ser vendida en el mercado Municipal.
Moros explicó que atendiendo el llamado de la Alcaldesa de arrimar a fin de contribuir con lo producido para que las personas que acuden al Mercado Municipal adquieran los producto a un bajo costo, llegó hasta este centro y trató de ubicarse adentro para vender, en virtud de las reomendaciones de la gerente de la ciudad de no vender en las afueras.
Estando dentro fue sacado, desalojado por las autoridades y a pesar de decirles que él estaba llevando su producción que estaba cumpliendo con lo recomendado por las autoridades municipales y tuvo que salir.
Ya una vez afuera, decidió vernder cerca de donde se encuentran los vendedores de casabe y fue abordado por los funcionarios policiales quienes le dijeron que no podía vender afuera.
El comerciante contrariado por el cambio y explicándoles que estaba dentro pero que lo sacaron, le dicen que son órdenes de javier Arenas, director de la Alcaldía. Según el denunciante no había visto al licenciado hasta ese momento y le explica lo ocurrido. Arenas lo conmina a sacar su producción de allí y en vista de la protesta levantada por Moros, lo manda a sacar esposado por unos policías.
Carlos Moros asegura que fue golpeado y siente violados sus derechos fundamentales ya que él no es un delincuente, es un sencillo productor que quiere contribuir a que los usuarios del mercado puedan comprar por debajo del valor ya que él mismo es quien lo produce, sin intermediarios.
Carlos Moros hace un llamado a las autoridades aunificar criterios y explicar cómo será en definitiva la orden para poder vender según el llamado realizado por la alcaldesa Loa Tamaronis, ya que su único interés es vender algo de lo que produjo.
Rechazó el trato infame, desproporcionado de los policías mandados por Javier Arenas, además de esposarlo y golpearlo cuando él no cometió ningún delito, enfatizó.