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Una entrevista con médico de este importante centro de salud del estado Bolívar informó que cada vez son más frecuentes los casos en niños por la automedicación y probablemente ante la falta de medicinas

A diario, al hospital Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar, ingresan niños con complicaciones asociadas a la intoxicación por plantas medicinales o hierbas no consideradas como tal. La doctora María Torrealba alertó que, aunque no tiene datos estadísticos exactos, la situación se ve con cada vez más frecuencia y hace un llamado a los padres a no automedicar a sus hijos, y a procurar cuanto antes la asistencia de un especialista.

Explicó que, sobre todo en pacientes menores de un año, el uso de estas plantas puede ser nocivo e incluso mortal. “Los niños menores de un año están en desarrollo, no son un adulto pequeño. La intoxicación por la hierba, aunado a la desnutrición y deshidratación del paciente, puede ser mortal, no estoy exagerando, lo vemos a diario todos los pediatras de Venezuela”, dijo.

Una cucharada de pasote dos veces al día, cinco gotas de fregosa cada ocho horas o cinco c/c de raíz de onoto a diario, son algunas de las dosificaciones automedicadas que familiares suministran a los niños que a diario atiende Torrealba en la emergencia pediátrica del hospital.

A través de sus redes sociales, la doctora informó que el viernes 5 de febrero murió otro bebé por complicaciones asociadas a la ingesta de raíz de onoto. “Esa raíz tiene una toxicidad elevada hepática (en el hígado), altera la coagulación: el paciente fallece sangrando, para que lo entiendan”, explicó Torrealba.

Conforme se reduce el poder adquisitivo de la población, se encarecen los productos de la cesta básica y las medicinas, aumenta la cantidad de personas que optan por plantas medicinales para tratar las enfermedades de sus hijos, basándose en experiencias previas con la planta o en consejos que no están sustentados en la ciencia, sobre todo, en las comunidades más desasistidas por el Estado en las que también hay alta incidencia de desnutrición infantil.

Torrealba informó que la infusión de fregosa causa insuficiencia renal, los bebés dejan de orinar porque los riñones dejan de funcionar. “La verdolaga es 95% mortal, casi todos los niños fallecen, convulsionan. Y esto es solo por nombrar algunas plantas”, agregó.

Los niños se intoxican por dosis inadecuadas o por que se le administra una planta, no solo en cantidades incorrectas, sino por tiempo prolongado.

Andrea García*, una enfermera con más de 10 años de servicio en pediatría del Hospital Dr. Raúl Leoni, en San Félix, informó que sobre todo durante la pandemia por COVID-19 las personas temen acudir al centro asistencial por miedo a contaminarse, y llevan a los niños cuando ya están en una etapa preagónica, después de medicarlos con hierbas.

García reportó que recientemente vio morir a una niña de cuatro años en la emergencia del hospital. La paciente tenía hepatitis y fue tratada en su casa con raíz de onoto. El personal sanitario atribuye su muerte a la intoxicación por la raíz de onoto, aunque no hay un examen toxicológico de acceso público que lo sustente. “Nos toca verlos morir porque, encima de que no hay nada en el hospital, nos traen al paciente cuando ya casi no hay nada que hacer”, lamentó.

En Aspectos básicos de la intoxicación herbácea en niños, un documento hecho por el Centro Toxicológico Regional Centroccidental Dra. El Bermúdez, el Hospital Universitario de Pediatría Dr. Zubillaga, Departamento de Ciencias Funcionales del Decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y la Red Toxicológica Nacional, y publicado por la Revista Venezolana de Salud Pública, los expertos señalan que el empleo folklórico de hierbas o plantas consideradas medicinales, puede causar efectos adversos sobre todo en la población pediátrica menor a los cinco años, y especialmente en recién nacidos y lactantes con una enfermedad respiratoria o digestiva de base.

Sostienen que es imprescindible que el Estado venezolano elabore un programa de prevención que permita informar sobre el grado de toxicidad de una planta, qué efectos causa sobre una enfermedad que ya tenga el paciente y desarrollar investigaciones que permitan fomentar el uso de dosis correctas de la medicina tradicional, como establece la Ley de Gestión de Diversidad Biológica en Venezuela. Así concuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El documento conjunto de las academias señala que las plantas más comúnmente involucradas en casos y muertes por intoxicación en niños son anís estrellado, raíz de onoto, pasote, malojillo, achicoria, poleo, hierbabuena y cilantro.

Uno de los factores de mayor riesgo es la forma de preparación de las plantas. Por lo general, las personas las hierven y en ese procedimiento las concentraciones de los ingredientes activos de las plantas utilizadas son mucho mayor por la acción del calor.

“Una concentración elevada implica la pérdida de los límites bioquímicos entre la terapéutica y la toxicidad, y las dosis utilizadas pueden convertir en tóxicas a las plantas medicinales”, versa el documento.

“Esto es responsabilidad netamente del cuidador.  Si su bebé está enfermo, debe asistir al médico. A un ambulatorio, medicatura… busque ayuda, pero no dé más infusiones de plantas ni remedios caseros a los niños”, pidió Torrealba.

LAURA CRISÁNCHEZ/EL CORREO DEL CARONÍ

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