Compartir

MALVINA ESTHER ROMERO DE SALAZAR
( Entrevista)

Texto: Mujeres en la historia contemporánea del Delta
|Autor: Dr. Abraham Gómez R.
Delta Amacuro | Tucupita, julio de 2008

1.- ¿Como fueron las condiciones socio-económicas de sus primeros años de vida?
MS: Surgí de una familia de un agricultor, que era mi papa, que también era un carpintero, único sostén de la familia; mi hermano José Inocente contribuyó mucho. Mis hermanos mayores se casaron y nosotros los demás seguimos bajo el amparo de nuestros padres: Froilán Antonio Romero Salazar y Carmen Inés.
2.- ¿Qué recuerda de su época de estudiante de primaria?
MS: Te diré que en Coporito fueron mis primeros años de vida, pero mi etapa escolar transcurrió en Tucupita; porque cuando la creciente de 1943 nos vinimos para acá, donde mi papa consiguió un trabajito. Y en la calle Delta el concejo municipal le dio una parcela para que construyera su casa y el mismo la hizo. Mi hermana Ramona cosía. Hacia el final de la calle Bolívar, antes de llegar a barrio Obrero, una parte que llamaban Verdún, había una escuela, la Juan Vicente González, allí empecé, luego me cambiaron para la escuela Peraza y después fui al liceo Lisandro Alvarado.
3.- Seguramente, por su forma de ser, tuvo bastantes amigas…
MS: Todas fueron unas compañeritas inmejorables. Nos teníamos mucho aprecio. Y si había algo distinto nunca lo tome en cuenta. En la primaria mi mejor amiga se llamaba Carmen, con el tiempo sus padres se mudaron para La Guaira. En el liceo fui amiga de Pedro Barreto, recientemente fallecido.
4.- ¿Con que jugaban en esos años?
MS: No tuve mucha oportunidad de jugar, todo era hacer las tares de la casa. Mi mama se ausentó una vez y yo me quede con mi hermana Zoraida al frente de todo… pero, yo jugaba pelota en un estadio donde ahora está el comando de la policía.
5.- ¿Sus padres, doctora Malvina, imponían la disciplina con severidad, metían el orden familiar con rigor?
MS: Si… pero nosotros llevábamos la forma de ellos, no les fallábamos. Estuvo bien llevado ese hogar.
6.- Nos imaginamos que tiene una añoranza por el ambiente natural, el paisaje del Coporito de entonces.
MS: No tengo muchos recuerdos, porque estaba muy pequeña. De la creciente del 43, recuerdo que el agua me llegaba por sobre las piernas. Recuerdo a mi madrina María Figueroa, que sacrificaba cochinos, y ella guardaba una presa especial para mí (risas).
7.- ¿Siempre fue una estudiante aplicada, responsable?
MS: Lo más difícil que encontraba eran las ciencias exactas, las matemáticas; sin embargo, sortee eso bien. Me encantaba la biología y la historia. Yo declamaba en los actos culturales de la escuela. Por cierto, mi nieto anda en esos pasos.
8.- ¿Cual valor quedó inculcado, desde siempre en su familia?
MS: La honradez y el respeto. Pensando siempre en no dañar a los demás. Saber vivir y convivir entre la gente. El estudio fue la prioridad.
9.- ¿La fecha que la marca, definitivamente?
MS: El nacimiento de mi primera hija. Un anhelo que teníamos. Luego vino Ramón Antonio y Maryuri.
10.- ¿Su fecha de nacimiento?
MS: El 21 de noviembre de 1936, lo celebro junto con los estudiantes.
11.- ¿Había antes como más respeto en la ciudadanía?
MS: Si, si, más respeto, más seguridad, más convivencia. Se podían reunir las personas. Recuerdo las retratas en la plaza.
12.- ¿Cómo hacía para desempeñar sus múltiples funciones, de madre, esposa, juez?
MS: Hacia un gran esfuerzo personal. Cubría un horario. Cuando mis hijos se dormían yo escribía y compartía con mi esposo. Yo trabajé mucho.
13.- ¿Tenía su método disciplinado, lineal?
MS: Siempre trate de llenar las expectativas. Atendía a las personas amablemente, sin resquemor. Tuve momentos duros en mi trabajo, pero fueron superados sin pelear, como dicen.

Deja un comentario