Tucupita.- Conseguir gas se convirtió en un verdadero calvario en la capital deltana. La larga espera por el suministro ha conllevado a la mayoría de la población a cocinar a leña.
La ausencia del gas en las comunidades y los reiterados cortes eléctricos que se registran en la entidad hace que las personas sean dependientes de este rudimentario modo para poder cubrir sus necesidades.
Se constató a través de las redes sociales que las familias duran hasta tres meses para recibir las bombonas. Ahora la falta de gas tiene a la gente tragando humo y en tiempos de coronavirus.
“Siempre recuerdo cuando se iba a la bodega y compraba el gas que uno quisiera. Ahora, tenemos que vivir, cada día más pobres y sin esperanza a cambios”, dijo Raúl García, de Hacienda del Medio.
“La distribución que se hace mediante los consejos comunales y las estructuras de los CLAP es un desastre; así no se puede todo lo que toca el chavismo lo destruye, en la parroquia Juan Millán tienen meses que no venden”, afirmó Julio Cedeño de Carapal de Guara.