Miguel es arquitecto y no ha podido ejercer su profesión debido a la crisis económica del país venezolano
Miguel Vivas de 33 años de edad vive en San Rafael (norte de Tucupita) junto a su esposa y sus dos hijos. Tras una experiencia de haber vivido en Perú, tuvo que retornar a Venezuela por motivos económicos. Y regresó, regresó para quedarse.
Miguel es arquitecto, sin embargo, no percibe un salario fijo. Él intenta llevar “las riendas” de su hogar a través de la venta de queso y su “talento”, el dibujo.
- De vez en cuando me sale un proyecto de arquitectura, es mi profesión. Mientras tanto, vendo queso y aprovecho mi talento para dibujar (anuncios publicitarios elaborados a mano alzada). Así me gano la vida.
En un intento por buscar una estabilidad económica tuvo que emigrar con su familia. Hace más de dos años decidió viajar a Chile, luego a Perú. En este último trabajó como empleado en un local de expendio de comidas, sin embargo, se vieron obligados a regresar al país petrolero por motivos económicos y de salud. Y aunque “la cosa esté difícil en Venezuela, uno siempre tiene quien nos ayuda”.
- Nos tuvimos que regresar porque no estábamos bien económicamente, además, mi esposa estaba embarazada y vino a dar a luz aquí (Venezuela).
Miguel sí cree en Venezuela
El joven Miguel mantiene firme su posición de querer “rescatar” a Venezuela. Y afirma “el país no termina de caer por el esfuerzo y la voluntad que tenemos los venezolanos de seguir adelante”.
- Hay que ser optimista, no podemos perder la esperanza. Hay que buscar la comida, tratar de sobrevivir, en cualquier momento podemos rescatar nuestro país, ser lo que éramos, hasta mejor. Tenemos que buscar lo positivo, por nuestros hijos y por nuestro país.
Miguel Vivas no tiene claro si algún día tenga que abandonar nuevamente el país. Pero si una cosa, sobrevivir con esfuerzo y dedicación.
CRISTIAN MEDINA
