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La población estudiantil que corresponde a las instituciones educativas localizadas en los caños, islas y riberas del Orinoco se queda fuera del sistema educativo ante la ausencia de maestros que conduzcan el proceso de enseñanza y aprendizaje, por lo que se ha agudizado el tema deltransporte, la atención primaria y el de una alimentación que garantice la estabilidad de los docentes en los lugares de difícil acceso del estado Delta Amacuro, situación que, aseguró Jhonny Zambrano, presidente del Colegio de Profesores seccional Delta Amacuro.

“La ausencia de educadores en los caños del Delta se empeora por el problema de la gasolina, que incide directamente en el transporte. Los docentes del área fluvial se encentran totalmente desistidos y no les queda otra opción de salir y buscar otro horizonte por la miseria de sueldo, de 37.000 bolívares quincenales”, afirmó Zambrano.

De acuerdo a los datos estadísticos del gremio en este sector de la geografía venezolana, desde hace tres o cuatro años consecutivos la población estudiantil ha perdido el año escolar. En las escuelas con programas de educación intercultural bilingüe perdieron el año escolar en los municipios Antonio Díaz y Pedernales.

De acuerdo al monitoreo realizado por el equipo de El Pitazo, muchas comunidades pobladas fueron desaparecidas por la movilización de sus miembros hasta las ciudades y el éxodo migratorio hasta las fronteras de Venezuela con Brasil, Guyana y Trinidad Tobago. El flujo de movilización impacta directamente a la población estudiantil y la estabilidad de los docentes en las comunidades rurales e indígenas.

De igual forma, Jesús González, quien es presidente del sindicato de la enseñanza del estado Delta Amacuro, Sindeda Fenatev, aseguró el deterioro de la educación en todo el estado: “no es posible que los docentes tengan que vivir en la mendicidad, con los zapatos rotos, con hambre, con hambre no se educa ni se aprende”, sostuvo González.

Los gremios de educación en Delta Amacuro concuerdan que 20 mil niños de los campos son excluidos del sistema de educación, por la omisión del Estado venezolano en garantizarles estabilidad económica a los docentes con salarios acordes con la cesta básica y otras prioridades de la familia, como calzados, ropa, entretenimientos, medicina entre otras.

MELQUIADES ÁVILA/ EL PITAZO

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