Compartir

Manuel Hernández

Saludos, mis queridos coterráneos. Dios les bendiga. Es un inmenso placer para mí volver a estar en línea con todos ustedes.

¡Vamos con lo de rigor!

 El concepto «Atraso Económico Relativo» que ALEXANDER GERSCHENKRON empleó para describir la serie de restablecimientos ocurridos en Alemania, Rusia y Francia en el Siglo XIX. GERSCHENKRON mostró cómo cada restablecimiento se alimentó de ideas que buscaban la razón por la cual ocurrió alguna dilación, y que era y que fue necesario corregir

La experiencia ha demostrado que cuando sucede alguna dilación grande son también mayores y extremas las medidas políticas y económicas que suscitaron esos grandes cambios.

Acá en nuestra américa latina a  acontecido de manera completamente diferente. Contrario a lo ocurrido en la Europa del siglo XIX.

El problema económico de ibero américa no consiguió (y aun no lo consigue), en la mente de sus políticos y dirigentes, teorías, análisis, estudios reales que den los resultados esperados, respecto a los problemas estructurales y nucleares en nuestros países.

Después de las guerras de independencia, los países latinoamericanos tan sólo se preocuparon por los problemas de supervivencia, organización, consolidación de los estados centro y suramericanos, todo esto en medio de muchas luchas fronterizas. Revoluciones de sangre y aguardiente y guerras civiles antihumanas, fratricidas.

Aunque no le guste a muchos hay que aceptar esta verdad y es que las constituciones de las diferentes republicas latinoamericanas, están completamente inspiradas a la de los Estados Unidos, y muchas como una copia al carbón. La revolución francesa brindo ideas, y éstas fueron semillas para la siembra intelectual para aquellas nuevas repúblicas.

Una panorámica por nuestros países nos  va a permitir observar constituciones violadas, reformadas, pisoteadas, por tantos y tantos dictadores militares que a base de sangre y terror han asolado esta bella tierra indo-americana.

Las condiciones económicas, sociales y políticas de nuestros países están desde hace rato divorciadas de esas retumbantes frases como: libertad, igualdad, fraternidad.

En nuestra América Latina, la ideología y la realidad están separadas en forma radical y definitiva.

Es innegable las hermosas ideologías que tienen los latinoamericanos, pero desgraciadamente éstas se hallan totalmente divorciadas de la cruda realidad de la vida diaria.

Por estos tiempos se habla mucho sobre liberalismo y democracia, pero por estas tierras ibero-americanas, esa tan cacareada ideología liberal y democrática, sin lugar a dudas, ahora sirve para esconder oscuros propósitos.

Los buitres o zorros políticos tras la apariencia elaborada se preocupan solo por su posición burocrática, por subir a mejores puestos, por hacerse sentir, y seguir engañando a nuestros pueblos Indo-Americanos, con falsas promesas que no  cumplen jamás. La farsa, la mentira, el engaño, gobiernan a los pueblos constitucionalmente. El daño moral es incalculable y afecta las zonas más profundas de la subconsciencia humana.

Mis queridos coterráneos, durante más de cien años los pueblos latinoamericanos han tenido que soportar regímenes de fuerza y violencia, pero los amos utilizan siempre el lenguaje de libertad, igualdad y democracia, para engañar a los sufridos pueblos de este hemisferio occidental.

En la américa latina existe un tremendo conflicto, bueno, sin ir muy lejos, ¡aquí! este es el conflicto: teoría y práctica, palabras y hechos, contenido y reforma. Los sistemas políticos de la américa latina solo han servido para violar la ley y el orden.

El latinoamericano, es en el fondo muy íntimo de su conciencia, revolucionario por instinto, por naturaleza, no comulga con hostias soviéticas pero tampoco acepta voluntariamente y de buena gana las cadenas de la esclavitud capitalista.

La gente de la américa latina tiene una psicología muy diferente, distinta a la de los europeos y norteamericanos, pero necesita además un sentido más práctico de la vida, una mente investigadora, experimental y práctica; métodos científicos rigurosos y fines positivos claramente definidos.

Los pensadores  estadounidenses, son incapaces de comprender el connubio existente entre disciplina intelectual y revolución radical.

Los pensadores norteamericanos jamás han podido comprender la idiosincrasia Psicológica del pueblo latinoamericano. Pero alaban a presidentes latinoamericanos con calificativos muy amables y a otros menos amables.

Tienen frases de consuelo para nuestros pueblos con problemas económicos como Venezuela. Pero muy bonitos suenan esas frases desde los rascacielos de nueva york, pero otra cosa, por cierto muy diferente, es soportar hambre, escases y para colmo de colmos con un mísero salario de hambre.

Quienes hayan al menos leído, no digo estudiado, leído,  obras como nuestra américa de BUNGUE  y otras, podrían posiblemente comprender que los pensadores norteamericanos  y europeos, sin lugar a dudas, están a años luz de sospechar siquiera lo que realmente es la Idiosincrasia Psicológica latinoamericana.

BUNGUE, en su obra, después de hacer un soberbio retrato  sobre el Cacique, se limita luego a decir que la pereza, la tristeza y la arrogancia, son » Y QUE» los elementos básicos del carácter latinoamericano.

Casi todas las obras escritas por pensadores yanquis y europeos sobre el inquietante tema de la raza latinoamericana, caen dentro del círculo vicioso de inferioridad racial y estado económico sub-desarrollado.

Lamentablemente y por desgracia, hoy día tenemos que reconocer la descomunal verdad de las palabras del libertador SIMÓN BOLÍVAR cuando dijo: «LOS TRATADOS, SON PEDAZOS DE PAPEL, LAS CONSTITUCIONES, LIBROS, LAS ELECCIONES, LUCHAS, LA LIBERTAD, ANARQUÍA, Y LA VIDA, UN TORMENTO».

Así están las cosas, mis queridos coterráneos, en ese orden caduco y degenerado, y por ello, es urgente una revolución de nuevo tipo, una revolución radical y definitiva, una revolución anti-capitalista y anti-comunista.

De la América latina debe salir un  nuevo modelo económico mundial. La América latina no necesita importar Doctrinas extrañas de tipo MARXISTA o CAPITALISTA.

La América latina está llamada a iniciar un nuevo modelo económico, pero antes debe libertarse de esos viejos partidos políticos tradicionales podridos y degenerados que han sumido a cada país en la violencia política, que han llevado a cada nación latinoamericana a la desgracia y a la miseria. Pero ahora, resulta, mis queridos coterráneos, que los que están saliendo ahora, vienen copiando esos vicios que antes atacaron.

¡Dios tenga misericordia de ellos!

Deja un comentario