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Aquiles José Amares Pugarita

ajamares.inv.utdft2020@gmail.com

Artrópodo deleznable, de presencia tan antigua en el planeta, que supera la milenariedad humana. Es cotidiana, en los más apartados rincones de la naturaleza; dígase los diferentes ambientes, incluido los citadinos y domésticos humanos, donde se rechaza, asaz, su presencia. Tanta indisposición hay hacia este representante del reino animal, que se combate por todos los mecanismos y medios posibles: el químico, con productos elaborados para perturbar la organización y funcionamiento interno de semejante especie o especies hasta ocasionar la muerte masiva de varios de estos individuos en consideración. Otro, el físico, más inmediato y al alcance de la mano, consiste en desprenderse de un calzado, sandalia, cotiza o chola y golpear directamente este hexápodo.  Vaya compromiso al hacerse este procedimiento manual, tiene que acertarse eficazmente para que tenga efecto mortífero. De lo contrario, quien aplique este método, corre el riesgo de acometer un mal procedimiento y dejar a semejante insecto convaleciente o mal pisado, lo que es decir aturdido. A partir de ese momento, se corre el riesgo de que la especie alada, supere el impacto sufrido, luego del aparente rictus mortis y se escabulle por una rendija u orificio, garantizándose su supervivencia, con altas probabilidades de multiplicación geométrica y hasta exponencial y bueno pues, como dice el cancionero popular ¡la venganza es dulce ¡

Tucupita, estado Delta Amacuro

Fachada Atlántica de Venezuela

Martes 02 de enero de 2024

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