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ODALIS ANAHIN FERNÁNDEZ ZAPATA

La Oda del Manamo

Por Ismari Marcano Dicurú

La Oda del Manamo, nace en Tucupita, el 24 de Julio de 1971. Hija de Lucidio Fernández y Benita Zapata de Fernández. Dió sus primeros pasos en la comunidad de Vuelta Triste, estado Delta Amacuro, Venezuela. Es la tercera de doce hermanos: ocho mujeres y cuatro hombres. 

La Oda del Manamo, desde muy niña mostró interés por las letras, esto apoyado por su padre quien escribía décimas y le inculcó con su ejemplo el amor por la poesía. A los seis años de edad su familia se traslada a la comunidad de San Salvador, municipio Tucupita, estado Delta Amacuro. Aquí, reside intermitentemente desde entonces. A los 15 años, se va a vivir con una tía en Maturin, estado Monagas, donde termina sus estudios de bachillerato e ingresa a la Universidad de Oriente (UDO). 

La Oda del Manamo, estudió Administración y Comunicación Social. Ha trabajado en las empresas: Lagoven, Vinsa, Primeci, Raytin, Alcaldía del Municipio Tuvupita y actualmente, se encuentra laborando en Politucupita. Aquí ha sido Jefa de Prensa, Bienestar Social, Relaciones Públicas, Directora de Talento Humano, y ahora, Directora de Planificación y Presupuesto. Tambien ha trabajado en la Misión Robinson y Misión Sucre como docente facilitador.

La Oda del Manamo, considera que quien le hizo comprender que podía escribir, no solo para si misma, sino también para los demás, fue la opinión de la docente y poeta, Rosol Botello, quien al ver su obra le dijo: «Tienes madera de escritora». Este incidente fue el punto crucial para perder ese miedo que sentía al mostrar sus creaciones poéticas.

A la Oda del Manamo, muchas cosas le han pasado desde entonces ¡Cuántas poesías han quedado olvidadas en algún lugar! Sin embargo, en el año 2015 bajo la tutela de la poeta Ismari Marcano, pasa a formar parte de la Sociedad de Poetas «Andrés Eloy Blanco» y es parte de la directiva de la Fundación Cultural «Letras del Manamo» Desde allí, muestra su Obra en los Recitales en los cuales tiene la oportunidad de participar.

La Oda del Manamo, es madre de cuatro hijos: Eunivel, Leonardo, Miguel y Laura. Es amante de la música romántica, la pintura y sobre todo de ¡La poesía!

Irreverente en muchos aspectos, su poesía habla del amor, pero también incursiona en temas delicados para muchos.

La Oda del Manamo, ha recibido Reconocimiento por parte de la Sociedad de Poetas «Andrés Eloy Blanco», Seccional Delta Amacuro, durante la celebración del Día Mundial de la Poesía, año 2019. Fue Jurado Calificador en el II Encuentro Escolar de Poesía » Andrés Eloy Blanco», Escuela Primaria Tarcisia de Romero, Año 2022. También Homenajeada en el año 2023, durante la celebración de la III Edición del mismo Encuentro.

La Oda del Manamo, muestra sus poemas en publicaciones, tales como: Plaquette Literario, Colección Libélulas de Papel, año 2021. Antología Poética Vendaval de Voces, año 2021. Antología Poética 18° Aniversario de la Sociedad de Poetas «Andrés Eloy Blanco», año 2022. Todas ellas, publicaciones de la Editorial Giraluna. Todavía, la mayor parte de su Obra permanece inédita.

De la Oda del Manamo, a continuación, les dejo una muestra de su sensibilidad poética.

ENCIERROS 

Encerrada estoy en mis miserias

En las lágrimas injustamente

derramadas

En los amores sin razón vividos

En esos recuerdos que se niegan

a morir

Encerrada me siento en esta cárcel

Creada por recuerdos de besos

Por caricias que ya me olvidaron

y en mi viven

Vivo encerrada en mi propia cárcel

De dolor, risas y sueños muertos

Red de mentiras, de caretas cubriendo

la realidad de un mundo vacío

Yelmo, rechinar de dientes

En la oscura mazmorra de la soledad

LLUVIA

Amo las tardes grises y lluviosas

Sentir el susurro de la brisa

Cerrar los ojos imaginando

Ser un ser inmaterial

Sin la limitante cárcel

De este cuerpo que a veces

impide concretar los sueños

Amo la voz del viento

Contándome historias lejanas

Viniendo en mi auxilio

Consolando el grito de mis penas

Quiero volar entre las gotas

De los crepúsculos sombríos

Amenizados por el repicar lento y pertinaz

De gotas en los techos

Amo la lluvia, las tardes y el silencio

Haciendo ver mi esencia

De ser separado del mundo 

y al mismo tiempo

ser un todo con el universo

Una contradicción divina y perversa

ABISMO

Tus labios cierran las puertas al paraiso

Si me besas no pienso, solo siento

La mente recreada en viajar al cráter del volcán

De nuestros encuentros

Tu carne y la mía en comunión perfecta

Mi silencio y el tuyo interrumpidos

Por el dulce sonido del placer inconfesable

Esa agonía ardiente, esas llamas de amor

De prohibidas caricias solo vividas entre dos

Viajes de perdición al abismo profundo

De los miedos del alma

Llamas de oscuridad que nos llevan al cielo

Saborear el néctar prohibido de los cuerpos

Mirando sin mirar solo sintiendo

POLVO DE ESTRELLAS

Fuiste en mi vida estrella

Fugaz y misteriosa

Así como llegaste un día te fuiste

Dejándome desintegrada

Creía haber encontrado en tí

Ese soñado amor

Pero nunca pensé

Que un duro meteorito

Tenías bien colocado

En el lugar preciso

Donde debe hábitar un corazón

Fuimos dos supernovas

La pasión nos llevó

A ese choque titánico

Que fundió nuestras vidas

En un instante

Dejando en el cielo

De la existencia compartida

Sólo una nube oscura

Compuesta por millones

De partículas, luz, materia

Polvo de amor, de pasión restos

De ilusiones y sueños

Polvo de estrellas

MIEDO

Vas por la vida

Enfrentando el amor con la mirada

Velada por las sombras del dolor

Que ni encarando el sol olvidas

Vas por la vida

Mostrando una sonrisa

Que no transciende más allá

Del gesto engañoso de unos labios

De una alegría que al corazón

No llega

Vas por la vida

Cumpliendo una condena

Autoimpuesta y oscura

Castigando tu alma

Por un pecado inexistente

Cumpliendo una sentencia

Engañosa y ambigua

Vas por la vida

Enfrentando la única verdad

En este cuento

Vas por la vida huyendo de ti mismo

Con el temor terrible de amar

Con el alma cubierta por el miedo

HIJA DEL TORRENTE 

Hija del torrente

De las lluvias de julio

Tucupita naciste, del trueno y la centella

Indomable y serena como tú gente

Bella, como el vuelo elegante

De las garzas

Hermana de las hadas

Del remanso y el beso

De la luna en las aguas

Entre turquesa y oro

Te levantas

Entre el ruido de máquinas

Y el dulce y melodioso

Trinar de azulejos y paraulatas

Hija de las crecidas

De las perlas de arena

Tierras fecundas, viajeras

Naciste con las riadas

Con el canto sutil de vientos

Y susurros de gotas perfumadas

¡Tierra de gracia!

El alba te despierta

Luchas por la esperanza

Son muchas las andanzas

Cantadas en leyendas cobijadas

Por lejanos recuerdos

Entre años y distancia

Amada eres del cielo y la borrasca

Tierra de cielo y selva encadenada

Tienes el corazón de ilusiones aladas

Sueños de lirios, de nenúfares 

De corocora y dantas

Lugar de mil senderos

Líquidas autopistas dibujadas

Entre el verde esmeralda,

De mangles y moriches

Jobos y cañas bravas

Mirándose orgullosos

En el reflejo etéreo de las charcas 

¡Cuánta vida se oculta 

en la suave penumbra

entre las palmas!

En vuelo tricolor la guacamaya

Lanza su voz tenaz y libertaria

Y el cielo de la tarde

Quiere imitar celoso

El bello colorido de su traje

En las noches de abril

La luna llena

Viene siempre de estrellas escoltada

A verse en las riveras

Escuchando feliz

Las voces de los grillos

Alabada con cantos

Por la guaitacaminos, enamorada

Hija del torrente

Madre de las noches

De jazmin perfumadas

Hermana del jaguar

Quién se desplaza

Orgulloso y hostil

Anunciando ruidoso

Su presencia salvaje

Entre el temor sombrío

Del araguato y pavas

El warao se acomoda

paciente en su curiara

Hija del torrente

Hija centenaria

de leyendas de patria

Tucupita heroína

Del caminar del río

De la brisa entre el mar

De la caricia azul, salada y brava

Y el choque dulce del bohemio Orinoco

Del Oriente princesa soberana

NOCHES DE INVIERNO

Noches de invierno, noches frías

La piel callada sufre la angustia

Del calor ausente

Gotas inclementes golpean sin pausa

Las ventanas del alma

Noches de invierno, añorando sentir

El cálido contacto de brazos cariñosos

Amor de madre, familia y sol

Queriendo estar en el hogar lejano

Se inundan los ojos, nubla la mirada

El ardiente anhelo del regreso

Noches de invierno, aún en verano

El corazón se enfría por el dolor

Por la triste agonía de la distancia

Vuelan los pensamientos

Vuelan los pájaros del recuerdo

Añorando el pasado soñando con volver

Publicación basada en información proporcionada en entrevista con la Poeta.

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