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En el trono de la soledad

HUMBERTO MATA

Por Ismari Marcano Dicurú

En el trino de la Soledad del quehacer laboral, a veces aparece alguien en nuestras vidas, que sabíamos estaba por allí, pero que no habíamos tenido la oportunidad de encontrarnos en la misma acera, así me sucedió con Humberto Mata. Era ya el tercer trimester del año 2018 y se debía organizar la I Feria Regional del Libro Delta Amacuro. Para ser homenajeado durante esta grandiosa celebración, propuse al  escritor Humberto Mata.  A mi juicio, era una deuda pendiente de nosotros los Deltanos con este talento de nuestras letras, a ser pagada después de su muerte, como sucede en la mayoría de estos casos.

Al proponer su nombre, lo primero que se me preguntó fue…si ese “personaje” era un “escuálido”. Apenas recuperada de la sorpresa, respondí que no lo creía porque el “destacado escritor deltano” se había desempeñado durante años, como Presidente de la Fundación Biblioteca Ayacucho, pero que si lo era… ¿Qué podia pasar? Pregunta meramente retórica, por supuesto.

No sé porque aún, no olvido ese incidente. Tal vez, porque aparte de lo dantesco del comentario, esa Feria se convirtió en el génesis de mi relación con este autor, que se afianzó a partir de EKida, uno de sus relatos, de esos cuentos que se quedan en ti… por siempre.

En el  trino de la Soledad, Humberto Mata, narrador, ensayista y crítico de arte venezolano, uno de los cuentistas venezolanos más destacados del último tercio del siglo XX, nació el 03 de febrero de 1949 en la casa de sus padres, acariciada por la brisa venida del caño Manamo, ubicada en Tucupita, estado Delta Amacuro, Venezuela. La mayor parte de las lecturas realizadas para realizar esta publicación, señalan que él siempre insistía en haber nacido en el Delta del Orinoco. Humberto, fue un deltano más, negado a aceptar que nuestra hermosa Tierra, sea llamada de manera equivocada.

En el trino de la Soledad, Humberto Mata fue un niño con suerte: decía a los íntimos amigos haber tenido un abuelo mágico, llamado Sampiero, que hizo especial una parte de su niñez. Creció con sus días inmersos en la grandeza del Caño. En la adolescencia, se marchó del Pueblo, como tantos otros, en busca de un mejor futuro. Se residenció en la ciudad de Caracas, a donde acudió a la Universidad Central de Venezuela a cursar estudios de matemáticas y filosofía. En la Capital formó parte del grupo “En Haa” y de “Falso Cuaderno”.

En el trino de la Soledad, su legado para la literatura comprende una serie de libros de cuentos, entre los cuales se encuentran: Imágenes y conductos (1970), Distracciones. Antología del relato venezolano 1960- 1974 (1974), Pieles de leopardo (1978), Luces (1983), El cuento venezolano (1985), Toro-Toro (1991), Venezuelan Short Stories. Antología de Cuentos Venezolanos, Edición bilingüe inglés-castellano (1991), Pieles de leopardo. Antología personal (1992), Translation. The Journal of Literary Translation, Volume XXIX, Venezuelan Issue (1994), 2 Veces Bueno 2. Más cuentos brevísimos latinoamericanos (1997), Boquerón y otros relatos (2002), Pie de página (2007), que es una novela impensable y quirúrgica, Revelaciones a una dama que teje (2007). Su último libro: La mujer emplumada (2016), publicado en Nueva York, revela nuestra vida como un viaje del que apenas podemos percatarnos. Una parte significativa de la Obra literaria de Humberto, fue publicada por Monte Ávila Editores.

De Humberto Mata, dice el Maestro Balza: “Era un autor único: los lectores se transforman también al conocer su trabajo. Su estilo impecable, su transparencia gramatical, lo logran al unísono (el objeto y fondo), una fascinación dificil de fragmentar, como si sus maneras formales hicieran un todo con la anécdota”

En el trino de la Soledad, obtuvo a puro talento las siguientes Distinciones: Premio CONAC de Narrativa (1978), Ganador del Premio del XLVII Concurso Anual de Cuentos del diario El Nacional (1992), con su famosa obra Boquerón. También, reciibió el Premio Municipal de Literatura, mención narrativa, Caracas (2003).

En el trino de la Soledad, desempeñó cargos tales como: Miembro fundador y Subdirector de la Galería de Arte Nacional,  Miembro del Directorio de la Fundación Museo Arturo Michelena, Profesor y Coordinador de Publicaciones del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas “Armando Reverón y por ultimo, Presidente de la Fundación “Biblioteca Ayacucho”.

Además, fue Redactor cultural y encargado de edición de la revista venezuela Ahora, Co-redactor de la revista  Imagen,  Gerente de Producción de Monte Ávila Editores, colaborador en numerosas páginas literarias y de crónicas de periódicos venezolanos, Articulista en los diarios caraqueños El Nacional, El Universal, Economía Hoy, Últimas Noticias y El Diario de Caracas. Por otra parte, también participó de manera activa en diversos Congresos Internacionales.

En el trino de la Soledad, podemos decir que Humberto Mata, como persona fue muchas  cosas: Por ejemplo, de su rol como professor del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas “Armando Reverón”, varios de sus alumnos lo recuerdan como una persona afable. En cuanto a su paso por la Biblioteca Ayacucho, podemos decir , que durante trece años se esmeró en darle esplendor a esta Biblioteca, en hacerla lucir una nueva imagen, en crear colecciones, en ofrecerla como lectura ilustrada y como lectura virtual. Mauxi Ramírez, afirma: “No me queda ninguna duda de que hizo todo lo posible para salvaguardarla en medio de un ambiente hostil y caníbal”.

En el trino de la Soledad, fue un admirador de ese gran artista como lo fue Alejandro Otero. Tuvo un especial impacto el conocerlo e influenció, no solo su vida personal, sino su visión del arte como un todo. Humberto, solía converser con algún amigo sobre Leibniz, Bergson y tantos otros. Volvían a leer a Hegel con el mismo entusiasmo, puestos en la lectura de Borges y Kafka o en los poemas de Carver. Fue un amante de la música, entre sus preferidas están las cantatas de Bach y los acordes de la opera Salomé.

Humberto Mata, “Vivió de su crepúsculo, casi no se le oía, miraba, no nos pertenecía, lo supe cuando anduvimos juntos por Tucupita. Nadie estuvo tanto tiempo sin moverse de sí mismo, como una contradicción de sus caños“, según lo expresado por elpoeta Luís Alberto Crespo.

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En el trino de la Soledad, un 26 de agosto de 20l7,  nuestro  medido y metódico escritor, Humberto Mata,  tal vez recordando el andar impetuoso que alguna vez tuvo el Manamo, dejó en  blanco las páginas y voló hasta la quinta dimension, quizás con la ilusión de perpetuar sus secretos anhelos.

Para culminar, les voy a transcribir una  parte de una entrevista realizada  a Humberto Mata por el escritor Eduardo Cobos, que es de lo más hermoso que se pueda haber dicho sobre nuestra Tierra: ”El Delta Amacuro, es el centro de mi vida. Aunque esté en Caracas, New York, México, o en cualquier otra ciudad, todo me pasa en estas Tierras. No obstante esto no tiene nada que ver con algún tipo de regionalismo. Más bien, hablo de un lugar esencial. Es decir, un Delta Universal, que es un todo. Bueno, para quien lo conoce, o sabe de él, son todos los caños habidos y por haber, y quizás allí esta mi posibilidad como narrador para meterme en cada uno de esos laberintos”.

En el trino de la Soledad, estimados lectores, la próxima semana continuaremos con uno de los magistrales cuentos de este escritor… !orgullo de nuestro amado Delta del Orinoco!

Publicación elaborada con información obtenida en la Web.

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