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Dr. Crisanto Gregorio León

«El mal es algo que me atormenta y que exploro en mi trabajo literario».

–       Larry Tremblay .

He recreado este artículo en los cómics de Harry Mc. Cool, de los años 60. En una adaptación libre para describir el enmarañamiento o los intríngulis que se mueven en la institución gerenciada por Julio Vásquez o Séptimo Masquer, hasta el día de San Agustín de Hipona. Y con el permiso de estos queridos personajes de la infancia les he dado una versión tóxica y bizarra en sentido anglo para poder retratar a Harry Bandana.

¿Por qué a alguien en materia de corrupción pública o en casos similares se le ocurre asumir para sí, algo que nadie le ha endilgado? Para quienes pueden experimentar la culpa, claro está la respuesta es por el sentido de la culpa. Aunque paradójicamente para  el idiota moral, la culpa es acomodaticiamente de quien lo pone en evidencia y no de sí mismo por haber mantenido una conducta en violación a las leyes y a la ética, y cree que está encubierto porque pregona que es honesto aunque ande con delincuentes, haciéndose pasar por gente decente. Es algo como declarar, si tu no dices nada, entonces nadie se hubiera enterado, la culpa es tuya que me describes y no mía que soy un delincuente. Pero ahora está el asunto, de si era para mí el mensaje o si lo tomé para mí porque estoy “cagao” porque están cayendo mis jefes delincuentes y corruptos.

Pisando en falso.- Harry ha reaccionado como una comadre escandalosa de barrio que se agarra de cualquier insignificancia e irrelevancia para formar un “peo” y darse un escenario, el muy igualado. Quien se asume denunciado, es Harry el infiltrado que toma de los productos del delito y se siente honrado con andar con criminales porque son jefes, porque tienen jerarquía y estatus artificial y eso le da caché, para que los otros lo crean también con el mismo poder y autoridad que sus amos, pero que a nadie se le ocurra pensar que es un corrupto, sino que andando con corruptos él es bueno y, distinto y correcto. Y como al amo Julio y al amo Chuchín les conviene, dejan que Harry se crea el propio coronel psicópata.

Todos los que caminan por las trochas apropiándose de lo que no es suyo argumentan ser honestos, encuentran en Harry el prototipo indecente. Pero olvidan la sentencia, según la cual “a la mujer del César no le basta con decir que es honesta, sino que debe parecer honesta”. De modo Harry que por andar con quienes te acompañan, tu definitivamente no pareces honesto, así grites y te encabrites amenazante e irrespetuoso. Es que con tu actitud, se te ha visto la costura.

¿Cuál es la culpa persecutoria? En el ejemplo de Harry, es un sentimiento que se origina a partir de su imaginario, pudiendo llegar a ser altamente destructiva, generando que frente a los errores que ha cometido, se sienta paralizado, perseguido y atrapado en su mundo interno. Es que Harry se siente el esclavo negro de su amo Julio y de su amo Chuchín. Y él reclama por ellos y en su nombre, porque no quiere que se les siga delatando y poniendo en evidencia, Y reacciona con arrastramiento para defenderlos. Harry desprecia a gente honesta, decente, honrosa, culta y con elevados principios y valores, para mantenerse al lado y rendir pleitesía a putrefactas lacras corruptas porque al fin es uno de ellos. Conocido como Harry bandana, porque usa una bandana, está convencido de pertenecer a la familia Vásquez sino perecerá.

            El nerviosismo lo delató.- Harry se delató motu propio, se mostró culpable, se descubrió solito. Por el miedo de creerse atrapado e invadido del sobresalto que causa saberse “nada inocente” y que en cualquier momento lo “cojan” o lo capturen poniéndole los ganchos pues sus delitos no prescriben. De modo que Harry “se puso de guardia” contra quien no lo estaba acusando de nada. Operó en Harry, la “excusatio non petita, accusatio manifesta”, quien se excusa sin habérselo pedido, declara que es culpable. Es que Harry es impulsivo y esta vez se desbocó contra quien nunca quiso señalarlo aun sabiéndolo culpable, porque lo estimaba. Harry arremetió en contra de “su amigo el de la pala”, aquel al que se refiere el Pastor Dante Gebel en sus conferencias. Pero Harry estaba confundido, seguramente los delincuentes de la institución le habían reclamado por alguna lectura que equivocadamente le estaban atribuyendo como protagonista y desde luego sobresaltados los monos voladores jalabolas porque el día de San Agustín de Hipona, les destituyeron a Julio Vásquez o Séptimo Masquer el coronel psicópata y no encuentran por donde patalear. Hombres incultos con títulos universitarios de dudosa legitimidad. Recuerda Harry, las enseñanzas de Lao Tse ¡el hombre que vence a otro hombre es fuerte, pero el hombre que se vence a sí mismo es poderoso!. Domina tus ímpetus porque has quedado en evidencia.

Harry no ha doblegado al hombre impulsivo, grosero y violento que lleva por dentro.-  Además Harry está acostumbrado a moverse en un mundo del miedo y todavía no ha  “desaprendido” a pretender meter miedo, por lo que es altanero aunque ha tratado sin éxito de vencer esas invirtudes de la violencia física y la violencia verbal camuflado en los caminos del cristianismo. Dios lo conoce desde que está en el vientre materno y sabe que Harry es solo otro actor de los que dicen con la boca todo lo contrario de lo que hacen con sus manos. Harry es otro infiltrado en la iglesia de Dios. Nada más apartado de la esencia de Dios, pregonar ser cristiano con la boca  y ser un anticristiano en la práctica. Con toda certeza Dios quiere algo bueno para Harry, pero él no acaba de abandonar los sinuosos y engañadores caminos de sus protegidos, Julio Vásquez y Chuchín.

            El señor es mi Pastor, ahora soy un hombre nuevo, dice Harry.- ¿A quién engañas Harry?En momentos de calma y pasividad, Harry confesó haber abandonado el mundo de las pandillas y de la violencia para acoger la mansedumbre que conseguía en Cristo. Pero Harry es como la chiva que salta para el monte, o como el cochino mierdero que aunque le troceen el hocico seguirá comiendo excremento. No puede contenerse ante lo que cree es una amenaza y sin tener incluso certeza de que la cosa es con él, se precipita a  vociferar y a plantear desafíos en contra de quienes piensa son fáciles de amedrentar, correosos o huidizos; o donde percibe espejismos de persecución e imputaciones en su contra.  En el nivel de corrupción en la institución Harry es un imitador de Vásquez el coronel psicópata y de Chuchín el amante de este último. Por otra parte Harry aunque niega formar parte de la criminalidad interna, por su pregonado acercamiento a Dios, desde hace tiempo debió separarse de ese cargo «Porque el hombre sabio ve el peligro y se aparta». Proverbios 22:3. No se ha mostrado sabio Harry al permanecer al lado de Chuchín. ¿O es que entre burros del mismo pelo cuando se ven se saludan?

            ¿Cuál gallina? y el miedo es libre.- No me había percatado de la responsabilidad penal de Harry en los delitos cometidos en la institución, hasta que me escribió con tanta grosería, altanería, ínfulas, falta de respeto y con una desubicación patética, en un irrespeto por la canicie, en un agravio a la edad y a la experiencia, en una aviesa desconsideración con el colega, y en una violación flagrante del código de ética de la profesión; en lo que la desfachatez de sus gritos escriturales en letras mayúsculas o capital letter; se confesaba culpable sin decirlo textualmente. ¿Pero que otro significado ha de tener defender a ultranza a conocidos corruptos y delincuentes?,  sino que se estaba curando en salud, por la ósmosis de sus conductas que se infieren del conocido refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”.  Así que Harry, en su desesperación por callar o silenciar lo que es evidente, lo que es un secreto a voces;  pero que de momento no era para él, ni siquiera en la imaginación más vivida de un escritor. Pero confeso, este policía expuso su agonía en un ataque de pánico, en el que no podía sino interpretarse que decía: «me perjudicas con tus epístolas, no me pongas en evidencia, me estás descubriendo, me estás delatando, ya no escribas más sobre Julio Vásquez el coronel psicópata ni sobre lo que hace Chuchín, al exponerlos a ellos me expones a mí, tienes que perdonar para que se sane tu espíritu, pasa la página, ya basta, basta, te gustan los problemas». Cuanta ignorancia pretender que no se conozca la verdad en la aldea global y que el periodismo guarde silencio cómplice. 

            Para quienes no conocen, el relato de la gallina.- Se trata de un ladrón que vio en un patio un gallinero y decidió saltarse la cerca para robarse una. Pero al brincar de regreso a la calle pudo percatarse que venía una patrulla policial y entonces el ladrón decidió lanzar al ave de nuevo al gallinero. Entre tanto los policías se bajaron de la patrulla, se acercaron al ladrón y le dijeron: Ciudadano, enséñenos su documento de identidad. Y el ladrón creyéndose sorprendido en flagrancia les contestó: ¿Cuál gallina? Como pueden advertir, los policías no le estaban reclamando al ladrón por el robo de la gallina, pues ni se habían percatado del robo;  pero él mismo ratero se auto delató por el nerviosismo de creerse descubierto. Así ocurrió con Harry. Nadie en ningún momento ni siquiera tangencialmente lo ha mencionado en el robo y hurto continuado de los bienes de la institución, ni de la corrupción administrándolos; pero Harry anda sobresaltado porque los tiempos para entregar cuentas están encima y él está consciente de la actividad depredadora, extractiva y destructiva que sobre el patrimonio institucional han ejercido esta pareja de amantes, Julio Vásquez y Chuchín el mayordomo, su suplemento narcisista masculino.  

            El síndrome de Stephen Candie.- El síndrome de aquellos que defienden los privilegios del patrón, más que el mismo patrón. En tal sentido, Harry al igual que todos los monos voladores sufre del síndrome Stephen Candie, por el cual experimentan éxtasis o una especie de orgasmos mentales y muy orgullosos de hacer que el coronel psicópata se sienta bien, cómodo y placentero, protegido e impune de sus delitos. Sobran jefes, capataces, capangas, rompehuelgas, alcahuetes, carneros, sirvientes, vigilantes, policías represores, rastreros, chupamedias, arrastrados, lame suelas  y lameculos con este síndrome en la clase trabajadora.  Pues bien, quedé desconcertado por la actitud artera y grosera de Harry, pero de inmediato comprendí que es un mono volador jalabolas, sufriendo de este síndrome. Podemos apreciar cómo este síndrome maneja a Harry, en la película  “Django sin cadenas”, escrita y dirigida por Quentin Tarantino. Es una violenta película sobre la esclavitud que ganó dos Oscar de la Academia. El mayordomo negro del amo blanco. Y en adaptación a la realidad institucional es el mayordomo Chuchín de su amo el coronel. Pero también, Harry el esclavo con la bandana de su amo Chuchín.

            No se había tomado la molestia de leer y solo se dejó llevar por un título homófono.- El nerviosismo está causando estragos en la salud mental de Harry. En tal sentido comprendí que Harry se había tomado para sí, algo que no fue escrito para él, pero en el que se sintió oblicuamente retratado e incómodo porque sus compinches o cómplices se lo habían reclamado y optó por portarse grosero y desconsiderado al arremeter con el verbo y la palabra escrita para amedrentar, causar inhibición y alejar sobre sí la posibilidad de que arreciara en mis epístolas y por el contrario buscar disuadirme de dibujar escenas, escenarios y personajes sobre los que no cabe duda de su corresponsabilidad en la destrucción patrimonial de la institución, corroborando su culpabilidad penal. En estos momentos en el que las investigaciones y las destituciones están produciéndose con un efecto cascada, Harry está poniendo sus barbas en remojo. Y en ello quiere producir ruidos que distraigan la atención sobre él, para que se alejen sospechas en su complicidad; consiguiendo el efecto inverso. 

            Julio Vásquez enseñó a sus monos voladores jalabolas a irrespetar a quien merece respeto y a tutear a quien deben tratar de usted.-  Sean atrevidos inmorales e igualados, que nadie se lo espera y sus víctimas experimentarán la inmovilidad tónica, les dice. El discurso retador de Harry y un hiriente quemeimportismo atacando la autoestima, de a quien debe respetar y que en algún momento incluso le sirvió de figura paterna y de docente, enriqueciéndolo en conocimientos; se manifiesta en una vulgar estrategia usada por su patrón julio Vásquez el coronel también conocido como Séptimo Masquer. Desde luego, en razón del síndrome Stephen Candie, todos los monos voladores se creen que son coroneles y jefes, pues han asumido que ellos mandan y los demás deben obedecer, incluso entrometiéndose con la volición y el derecho de pensar y de expresarse. Así es Julio Vásquez el destituido militar corrupto, el coronel psicópata con síndrome de hubris. Y así también son sus monos voladores jalabolas, déspotas en una especie de masturbación mental en la que se creen coroneles de corrupción.  ¡Se habrá visto! ¿Quién te has creído?.

 Es del mal nacidos ser mal agradecidos.- Entendí que Harry está asustado, que es como el propio malandro de barrio que discute y se iguala con el vecino decente y culto, de quien además recibió ayuda en su crecimiento personal y espiritual e incluso material, en momentos en que lo necesitó de distintas maneras honrosas. Pero que al pupilo se le salió lo malandro y ataca a su benefactor en actos de desaires y de desagradecimiento, para  disminuir a su mentor  y llevarlo a su terreno de vulgaridad y miseria espiritual, alebrestándose como gallo con espuelas de acero, porque Harry siente la proximidad del largo brazo de la ley y su escritura con prepotencia y sin humildad, ni respeto,  lo alejan de ser tratado como inocente en la gestión de Julio Vásquez.

Demostró Harry, su personalidad vulgar y de baja ralea, su naturaleza traicionera y  que ha sido para él, inútil la “supuesta” formación cristiana. Se dejó ver Harry cual tunante y su personalidad interesada, confinada a la adulación y arrastramiento a sus jefes delincuentes a quienes pretende salvar para salvarse él. Este mono volador quisiera llamarse Harry Vásquez para llevar en actos de adulación el patronímico de su amo, porque destituido Chuchín su servilismo no perecerá.

Cuando sales a gruñir te descubren.- Con la grosería de Harry se despertaron unos ímpetus que se disponían a descansar. Había decidido guardar mi pluma y viajar al pulgarcito de América, pero desde esos Lares continuaré con mis letras para salvar a la institución de los depredadores humanos que hasta se disfrazan de Pastores cristianos. Cada quien hace desde sus trincheras lo que sabe hacer, por su formación, cultura e intelectualidad.  En el caso de Harry, se destaca en su impulsividad. Esta característica impulsiva de la personalidad, logró que Julio Vásquez, dejara verse tal cual es y confiado, pedante y jactancioso quedó en evidencia. Y por sus actos y circunstancias que nadie le había imputado pero que él tomó para sí, como dirigidas a él, entonces por su altivez e ínfulas y su disfraz de cordero pero con personalidad de lobo; logró encender las alarmas de mucha gente que decidió investigarlo y estudiar sus hábitos y costumbres así como su personalidad embaucadora. Y al salir de su escondite por bravuconería, se dejó ver por quienes no lo habían observado y ahora es conocido como el doctor fraude, el coronel nunca más ascendido, corrupto, extorsionador, forjador de documentos, narcisista, psicópata, voyerista, licántropo, sádico, megalómano; que además de estos trastornos de la personalidad, posee un cóctel de síndromes siniestros entre los que cuentan: Hubris, Dunning Kruger, Procusto, que describen a un depredador social y aun depredador sexual. A un hombre injusto y lleno de maldad. ¿No crees Harry que calladito te ves más bonito?

«La guerra borra la línea entre el mundo de los adultos y los niños».

–       Larry Tremblay.

crisantogleon@gmail.com

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