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En su momento, los procesos industriales sin control ambiental fueron los causantes de la alta contaminación en los ríos Orinoco y Caroní. Actualmente, la minería depredadora llevó a estos cauces a tener grandes concentraciones de mercurio y metilmercurio.

Prácticamente todas las cuencas del río Orinoco están contaminadas, afirma el biólogo Alejandro Álvarez Iragorry, coordinador de la ONG Clima 21. Su descontaminación requiere la paralización de las emisiones de mercurio en el ambiente, principalmente producto de la minería depredadora en el sur del estado Bolívar.

¿Cuánto tiempo puede llevar revertir el efecto? Es una pregunta para la que, hasta ahora, no hay respuesta.

Ciudad Guayana es una de las pocas ciudades que contó con una red de vigilancia de calidad del aire y del agua.

Luis Guzmán, licenciado en Biología y especialista en el área de ambiente y desarrollo sustentable, recuerda que la Red de Calidad del Agua se encargaba precisamente de vigilar la calidad del agua de los ríos Orinoco y Caroní.

“En el río Orinoco se cubrió una distancia que va desde Palital hasta Punta Aramaya, cerca de la desembocadura. En el Caroní era desde la localidad de Rinconote hasta Playa Acapulco, cercano a la desembocadura del río Caroní en el Orinoco”, detalló.

Los primeros estudios

Por varios años, esa Red de Vigilancia de Calidad del Agua realizó 48 muestreos. Para ello se tomaron 558 muestras, se evaluaron 38 parámetros y se obtuvieron 17.000 resultados. Fue una gestión realizada y planificada desde la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), a través de la Gerencia de Estudios y Proyectos Ambientales, de la cual Guzmán formó parte como gerente.

“Hablamos de una cantidad de resultados importantes que permitió determinar que en el río Orinoco, los principales parámetros que determinados como problemáticos incluían coliformes fecales y totales, aceites y grasas, fenoles, aluminio total, hierro total, detergentes, sólidos suspendidos y cianuro. La conclusión general fue que la concentración de estos parámetros superaron en más de 200 % los límites máximos permitidos para cada uno de ellos. Esto de acuerdo con el Decreto N.° 883 del Ministerio del Ambiente, referido a la calidad de los afluentes líquidos”, explicó Guzmán.

En el Caroní se halló un porcentaje mucho mayor de contaminación. Las concentraciones superaron 500 % de los límites máximos permitidos en ese mismo decreto, en relación con los sólidos totales y suspendidos, coliformes totales y fecales, plomo, detergentes, fenoles y aceites y grasas.

Toda esta información se recolectó hasta 2008, cuando desapareció dicha Red de Calidad del Agua. Desde entonces, no hay información oficial, salvo por estudios que realizan organizaciones independientes. Ese vacío de información imposibilita la realización de planificaciones ambientales adecuadas.

De la contaminación industrial a la minera

Todos estos contaminantes tenían su origen en la zona industrial Matanzas, donde se ubica la mayoría de las empresas básicas de Guayana.

Guzmán considera que si hoy en día se realizara una evaluación de calidad del Orinoco en ese trayecto, es probable que los valores sean significativamente menores, dada la improductividad actual de estas industrias.

Sin embargo, ahora los agentes contaminantes tienen mayor vinculación con la minería.

“Esa contaminación en las áreas mineras es de carácter sedimentológico, bacteriológico y mercurial. Existen muchos estudios de algunas organizaciones no gubernamentales que han evaluado los niveles de contaminación mercurial que existen en estos ríos, y se puede destacar que estudios recientes de la organización SOS Orinoco determinaron que aproximadamente 70 % del cauce del río Caroní está contaminado por mercurio, por actividades mineras realizadas hacia el sur del Parque Nacional Canaima, fundamentalmente por comunidades indígenas, no por actividades en el Arco Minero”, señala.

No obstante, agrega que “en el Caura, una parte de su cuenca está solapada por el Arco Minero y allí la contaminación mercurial, sí está vinculada a las actividades del Arco Minero”.

El mercurio llega al Orinoco, y poco a poco termina por entrar en la cadena de alimentos, que pone en riesgo la salud humana por consumo de metilmercurio, un compuesto mucho más dañino que el mercurio.

TOMADO DE CRÓNICA POLICIAL

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