Compartir
Un resumen curricular de la docente tachirense

Una joven delgada, vestida con ropas sucias, medio mugrosas, ya la gente de Curiapo, en un confín de la selva deltana se acostumbró a verla. Recientemente a alguien le llamó la atención la mujer. Esta visitante a duras penas pudo ver un pasaporte que la joven guarda celosamente. No dice su nombre, ni de dónde llegó.

Esa mujer que deambula por Curiapo resultó ser una científica tachirense de nombre Alejandra Méndez Chiapa, de unos 40 años apróximadamente, estudió en Mérida.

Quienes conversaron con la joven aseguran que es muy inteligente, pero su estado mental no está muy bien.

Por las redes comenzó a circular una cantidad de información de la mujer en situación de calle y se estableció que realizó un trabajo de investigación con el Dr. Mario Cosenza, titular de la Universidad de los Andes. Es licenciada en física, profesora de matemáticas, a quien su familia probablemente da por muerta.

José Angel Gascón, periodista y defensor de Derechos Humanos de Delta Amacuro, solicitó este jueves a otros colegas y locutores con programas desde las diferentes emisoras de radio, hacerse eco de esta información, al tiempo que solicitó a las autoridades a colaborar con la ubicación de la joven científica hasta hacer posible su retorno a su tierra. Texto: Mercedes Marín/Fotografía: Cortesía

Deja un comentario