Tucupita sin transporte

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Pablo tenía que llegar a su trabajo, desayunó antes y estuvo en la parada de autobuses, eran las 7 de la mañana del lunes 28 de junio.

El ciudadano vive en La Florida, una localidad apartada al centro de Tucupita, y para llegar a su trabajo debe aguardar por un vehículo, ya que caminando le duraría algunas horas.

El señor Pablo es empleado de una institución pública ubicada en Delfín Mendoza. Él supera ya los 40 años de edad.

Aguardó entonces en una parada de autobuses de su sector. Estuvo allí varios minutos, aseveró.

La unidad nunca pasó.

Supuso que por el inicio a la semana de cuarentena radical, el servicio estaría suspendido. Eso entendió él. La carencia de un móvil le impide tener acceso a los cronogramas que comparten en las herramientas tecnológicas.

Pablo veía la hora pasar y se le hacía tarde el arribo a su casa laboral.

Por un momento pensó en abandonar la idea. No había transporte y la hora avanzaba.

Pero no. Tuvo la suerte de que un conocido pasara justo por ahí, y le diera un aventón, al menos, hasta el centro de la ciudad, ya después de que permaneciera un largo tiempo en ese lugar.

Pablo cumplió a su trabajo ese día, pero cuestionó el hecho de que no haya podido ver alguna unidad del servicio laborando.

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