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Prof. Juan José Jaramillo.

En la situación política y económica que vive Venezuela, se hace necesario que todos los sectores de la sociedad civil preocupados por esta situación, hagamos un gran esfuerzo para construir un gran proyecto político unitario, que tenga como objetivo y meta producir un cambio político en el país. Todos somos necesarios y el país nos necesita, nos llama a unir esfuerzos, inteligencia y capacidades para asumir nuevamente y conducir los destinos del país, hacia un verdadero sistema democrático, que tenga como prioridad darle respuestas a la gente, ante los inmensos problemas que estamos viviendo los venezolanos.

Los deltanos debemos dar el ejemplo de UNIDAD para toda Venezuela, donde todos los sectores políticos, gremiales, empresariales, de salud, transportes, sociedad civil, etc, despojándose de sus aspiraciones personales y grupales, que pueden ser legitimas o no, para construir un  gran proyecto unitario regional, que nos permita accesar al poder, para ponerlo al servicio de los deltanos y deltanas.

Entre los precandidatos que aspiran ser el abanderado de este gran proyecto unitario, quiero resaltar la figura del PROFESOR Y DOCTOR FELIPE ABRAHAM GOMEZ RODRIGUEZ, quien llega a Tucupita hace más de 50 años, en todo el tiempo que tiene viviendo en el Delta, ha dado testimonio de preocupación y lucha constante por un delta mejor. Ha  participado en primera línea para instalar, dirigir y desarrollar un sistema de educación superior, que hoy día, un poco maltrecho, esta como testimonio de su capacidad gerencial.

Con todos los sectores políticos, académicos, comerciales, e individualidades con las cuales se ha reunido, ha presentado unas líneas preliminares o programáticas para un futuro programa de gobierno regional, los cuales cuando se desarrollen se convertirán en planes, programas y proyectos, lo interesante de este planteamiento,, es la objetividad, la factibilidad de llevarse a cabo en el corto y mediano plazo, en una primera fase será rescatar la institucionalidad de las instalaciones y la planta física del estado, en una segunda fase se hará la consolidación e implementación de los planes de desarrollo en la diferentes áreas productivas y de servicios.

Estoy claro, que Abraham, no tiene un a varita mágica, ni es un santo para hacer milagros, pero si conocemos su capacidad gerencial, un hombre de diálogo, de consenso, estoy seguro que en su equipo de gobierno estarán las mejores capacidades, sin distingo de colores políticos, de credos o religión, con un único objetivo: Trabajar por el DELTA QUE QUEREMOS Y NOS MERECEMOS.

Abraham, representa la UNIDAD, y la unidad es UNO.

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