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Mariela Duran

Que contradictorio es el comportamiento humano que desmerita al «hombre» en vida y lo sobrevalora en la muerte.
Este minuto es para Tomás Barreto, que aún respira aliento de vida y por la cual batalla férreamente contra el covid en nuestro principal centro hospitalario, ante la inminente traslado a otro Estado por la necesidad de ser recluido en terapia intensiva, servicio con que no contamos en el Delta.

A un paso de la muerte, la que reprendo en el poderoso nombre de Dios, pido mayor solidaridad y compromiso para un líder y dirigente comprometido con las causas revolucionarias por más de 40 años, mucho antes del ascenso de Chávez al poder y cuyo trabajo denodado y desprendido sirvió de puente a muchos de los que hoy llevan las riendas del país y de la región.

Batiendo charcos, pateando calles, en contacto con la gente, disciplinado como pocos, y protestatario también como pocos… pero leal, merece en esta hora aciaga, el trato de «jefe» aún siendo un simple soldado de la revolución, traducido en atención médica de calidad y humanizada que, fuera de Tucupita solo es posible en un centro privado de salud.

Agradecemos lo que por el hecho…. equipo médico y de enfermería. Gobernadora Lizeta Hernández…. pero hace falta más… gobernadora Yelitza Santaella. .. mucho más.. licenciada Tania Díaz. No queremos el rostro ni el nombre de Tomás en los estados de WhatsApp. Tampoco como epónimo de alguna plaza o escuela. No queremos discursos tediosos y fabricados. Ni días de duelo colectivo. Lo queremos de vuelta ..vivo… porque aunque la vida siga sin él…para quienes le aman…el resto dejará de llamarse vida.

Disculpe el mundo si mis palabras ofenden, pero es el clamor, convertido en coro silente de quienes tememos la partida de un familiar…de un amigo.

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