Compartir

Tucupita.- El salario mínimo integral de los trabajadores venezolanos, pasó a siete millones de bolívares, mientras que el bono de alimentación aumentó a tres millones, lo que se vuelve sal y agua ya que se va en cuatro productos de la canasta básica alimentaria.

En un recorrido por algunos comercios del centro de la capital deltana se confirmó que los precios se disparan a medida que el dólar va en subida.

Solo en una harina para arepas, un kilo de pasta larga, medio kilo de caraotas, y medio kilo de mantequilla, se desvanece el nuevo aumento de Nicolás Maduro tras 30 largos días de trabajo.

«No existe ningún tipo de equilibrio si aumentan el salario, todo se va para las nubes, si no se produce y se activa el aparato productivo de la nación es imposible pensar en una recuperación económica”, dijo el comerciante Luis Mauricio Narváez, propietario de un frigorífico en la ciudad.

Deja un comentario