María Adelaida Da Silva, Presidenta de la Cámara de Comercio e industria del municipio Tucupita
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La  presidenta de la Cámara de Comercio e Industria del municipio Tucupita, María Adelaida Da Silva,  solicita diálogo al SENIAT Y SATRIMUT, sobre máquinas fiscales e impuestos municipales, ante una ola de fiscalizaciones, insistió en que la exigencia de nuevas máquinas fiscales y el pago de los impuestos  al sector comercio  son inaplicables.

La situación del sector comercio, según la dirigente gremial, es la peor de la historia reciente. “Desde 2013 venimos registrando una caída continua y las propias cifras del Banco Central de Venezuela indican una contracción de más  85% acumulada de nuestra contribución al Producto Interno Bruto nacional (PIB)”. Para agravar el cuadro se suma un choque exógeno de la magnitud de la pandemia covid-19. Entre sus consecuencias se destacan: reducción de la demanda, aceleración de la depreciación del bolívar (que ocasionó un incremento acelerado en los precios en el mercado interno), paralización de parte importante de los sectores económicos que se mantenían operativos, pérdida de empleos e incremento del número de personas en situación de pobreza.

Algunos países han abordado el impacto económico de la crisis con beneficios fiscales a las empresas para mantenerlas en funcionamiento, o con transferencias directas a los ciudadanos para garantizarles el acceso a la canasta básica de consumo.

En Venezuela no abundan las políticas públicas para esta contingencia. Las importaciones de bienes relacionados con la contención del virus fueron eximidas de tributos aduaneros y del impuesto al valor agregado. Algunos municipios prorrogaron el pago de impuestos municipales. Pero no mucho más. Las solicitudes de postergar el pago del impuesto sobre la renta fueron desoídas.

Ante todo este panorama, Da Silva hace un llamado a SATRIMUT para establecer reducción en el `pago de los impuestos y al  SENIAT para que permita que los comercios sigan cumpliendo con sus deberes formales con las máquinas fiscales que ya poseen y que están avaladas por el Seniat. “El asunto es que para ser un buen contribuyente, la condición fundamental es generar riqueza, y eso no está pasando, pues la situación del comercio es muy precaria”. Varios expertos han advertido exactamente la misma circunstancia, ya que la adquisición de los nuevos equipos representa una inversión mínima superior a los DOS MIL QUINIENTOS CATORCE MILLONES DOSCIENTOS MIL BOLÍVARES CON CERO CÉNTIMOS (Bs. 2.514.200.000, 00) cifra que en las condiciones actuales es muy exigente para la mayoría de los comerciantes, que son pequeños negocios.

“Nosotros tenemos la mejor disposición de conversar” dice Da Silva. La solución concertada es que los comerciantes reciban algún tipo de APOYO CREDITICIO que les permita cumplir la norma sin afectar las estructuras financieras de sus negocios.

Prensa Cámara de Comercio

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