En Trinidad no todo es negativo para los venezolanos. La cantidad de inmigrantes para Trinidad y Tobago representa un verdadero desafío.
Esta vez una organización denominada Living Water Community que trabaja de la mano con Acnur, está sensibilizada frente al abuso, maltrato y la violencia de género y ofreciendo talleres a mujeres que han sido abusadas por el hecho de ser inmigrantes.
Además del apoyo sicológico a las mujeres, ofrecen cursos para el aprendizaje del inglés con profesores locales en convenio con el centro de Lenguas de la Universidad Campus Saint Agustin, con clases gratuitas para inmigrantes.
El curso consiste en inglés básico con una duración de 6 semanas o un estimado de 90 horas. Los ejercicios prácticos son revisados de forma inmediata, con todas las herramientas tecnológicas necesarias.
El aprendizaje y dominio del inglés es imprescindible para lograr un trabajo bien remunerado, dada la barrera que el idioma impone. De ahí que el compromiso de los participantes de los cursos debe ser completo.
Además de hablar inglés y poseer el «permit for work» o permiso para trabajar, son vitales ya que esta última es la identificación válida que representa la legalidad para los inmigrantes venezolanos en Trinidad y Tobago.
Según el gobierno de Trinidad había más de 16 mil venezolanos registrados, hoy pasan de 20 mil y a semanalmente llegan más de cien.