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La encuesta de condiciones de vida del Observatorio de Derechos Humanos Indígenas de la asociación civil Kapé Kapé reveló que las comunidades indígenas de los estados Bolívar, Delta Amacuro y Amazonas continúan con un acceso restringido a servicios básicos durante la pandemia por COVID-19.

Concluyen que el Estado venezolano no tiene una estrategia para atender las necesidades de los pueblos indígenas durante la alarma sanitaria pese a que ya hay propuestas internacionales para ello.

En el estado Bolívar consultaron a las comunidades de Platanal y Charujaña, del municipio Sucre; en Amazonas a la comunidad de Platanillal en el municipio Atures y en Delta Amacuro consultaron las comunidades de Curiapo y Nabanasuka de municipio Manuel Renauld y en Tucupita, las comunidades del Jobo, San Juan, La Guardia y Los Cedros.

Los pueblos consultados fueron los jivi, pemón, piapoco, yewkuana y warao.

 Alimentación y agua precarias

La ausencia o escasez de ventas de alimentos ocupó el primer lugar de ausencia en las comunidades consultadas en el estado Bolívar.

El 40% de los indígenas encuestados aseguró no tener acceso continuo a la alimentación. El pueblo warao debe viajar en canaletes y caminar largos trayectos para conseguir alimento.

En Delta Amacuro, el 25% de los miembros de las comunidades consultadas respondió que sufren la misma ausencia de alimentos durante la cuarentena y el 14% de los consultados en Amazonas tampoco tienen tal acceso.

La consecuencia es que los indígenas deben salir de sus comunidades para conseguir comida, y en su mayoría deben trasladarse a pie, pues la ausencia del transporte público también es un problema que afecta en un 13% a las comunidades de Delta Amacuro y Bolívar, y un 42% de los indígenas encuestados en Amazonas.

El resultado de esto es que un 31% de los indígenas consultados en Amazonas presenta desnutrición, un 23% está en la misma condición en Delta Amacuro y en menos medida en Bolívar (17%).

Muy pocas comunidades indígenas pueden contar con las cajas de los comités locales de abastecimiento y producción (CLAP), aunque este beneficio se prometió incluso durante la pandemia por COVID-19, esto tomando en cuenta que el contenido no ofrece todos los beneficios nutricionales necesarios.

El servicio de agua potable es precario en un 42% en las comunidades encuestadas en el Amazonas, y lo son en un 13% de acuerdo con los indígenas consultados en Bolívar y Delta Amacuro.

La ausencia de agua es especialmente alarmante durante la pandemia por COVID-19 porque las principales medidas de prevención del contagio implican tener buen acceso a agua y saneamiento.

Con información del Correo del Caroní

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