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Tucupita.- Cuando el gobierno presume que la revolución en el Delta avanza, es evidente que nada tiene que ver con la ejecución de los ambiciosos proyectos de infraestructura prometidos a los deltanos.

La soñada obra del Parque Tucupita II, demuestra la ineficiencia de nuestros gobernantes en inversión hacia el sector deporte. Lejos de ser un espacio de esparcimiento para el pueblo, es en la actualidad un escenario catastrófico reguardado por un componente militar.

Al momento de su aprobación por el Consejo Federal de Gobierno, suponía ser una instalación deportiva de ultima modernidad, sin embargo, se volvió en una descarada estafa social donde los responsables se hacen de la vista gorda.

Todo indica que el terror de las infraestructuras deportivas obsoletas en el Delta nunca acabara, mientras los narcotraficantes siguen pudriendo las calles, nuestros deportistas se mantienen huérfanos de apoyo.

Se habló en un inicio de un complejo deportivo contemplado en una piscina con medidas semi olímpica, una cancha de fútbol de primer nivel compuesta de grama sintética, y la rehabilitación en general de las áreas de recreación.

Testimonio de los dirigentes  

El reconocido dirigente deportivo Carlos Enrique “Kiker” Monteverde, siempre es rígido cuando le refieren algo de la situación actual del deporte deltano.

Su pasión por el deporte es eterna, lo llevará por siempre en el corazón; aunque siente un inmenso dolor y una desilusión al ver como engañaron a los deltanos con el proyecto del Parque Tucupita II.

“lamentamos la triste realidad de nuestro parque; realmente no entendemos que pasó con los recursos; en los actuales momentos luce abandonado y las lámparas se la están llevando”, dijo.

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