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Tucupita.- El confinamiento a raíz del Covid-19, ha puesto a las familias deltanas en una situación agobiante, un panorama que se vislumbra aún peor para quienes tienen la responsabilidad de cubrir las necesidades básicas del hogar.

Algunos deltanos se han visto en la obligación de dejar su profesión y tener que enfrentar el día a día, ya sea vendiendo dulces en las calles o productos de limpieza, laborando como auxiliar de mecánico y otras actividades informales para sobrevivir.

Jairo Tochon, es uno de esos jóvenes profesionales que sueñan con una mejor Venezuela. Su vida a dado un vuelto drástico en comparación a cinco años atrás cuando podía subsistir con un salario mensual del gobierno.

Ahora se dedica a la venta de dulces y plátanos por la calle Petiòn de Tucupita, en una de las peores crisis financieras del país, un desastre que nos ha llevado a una notoria cultura de desigualdades entre un pueblo clamado de cambios.

“Antes el país era otro nunca imagine a un ingeniero egresado de la Universidad Central de Venezuela, vendiendo tortas en las calles para alimentar a sus familiares. Eso se ve a diario en Tucupita, profesionales reconocidos mal vestidos con los zapatos remendados a veces pienso a donde vamos a llegar con esta situación.”, dijo.

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