
La madrugada del pasado 9 de diciembre partió, como el viajero del poeta norteamericano Wall Witman, expiró Dámaso Pérez Simoza, aragüeño de nacimiento y deltano de corazón, un venezolano integral, ejemplar.
Dámaso, el caballero blanco como lo bautizó Arnoldo Solares en tiempo de la Republica del Bacardi de Alcides Moreno (+) – décadas del 80-90, era un hombre polifacético : sociólogo por la Universidad de Oriente (UDO), promotor del cultivo del cacao y el ocumo chino y de las bondades del mangle deltano, emprendedor, artista plástico, fotógrafo, cantor de tertulias, conferencista, columnista de opinión en Notidiario y El Periódico del Delta, fundador del Ateneo Casa de las Aguas, buen conversador y cultivador de afectos.
Macareito, una de los pueblos históricos de nuestro delta, una comunidad laboriosa, aguerrida y hospitalaria ha recibido tres fuertes golpes consecutivos, el primero de ellos fue la partida prematura del profesor Elio Hurtado el 25 de diciembre de 2018, después el deceso del conocido y apreciado locutor José Ángel Sarabia Rojas el 14 de agosto de este año y ahora, la muerte de Dámaso.
Con Dámaso se nos ha ido un promotor de la deltanidad, un sembrador de sueños y esperanzas por un delta mejor.
¡Hasta siempre majadero, irreverente y perseverante Dámaso hasta siempre!
JUAN GONZÁLEZ
