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Dr. Crisanto Gregorio León.

«La hipocresía es la audacia de pregonar integridad desde un nido de corrupción».

Wes Fesler.

Entre saltos y abrazos le grita afónico el coronel psicópata a su barragana etílica, ¡nos llenamos Elizabeth, nos llenamos!  

¿Es acaso el fútbol la cultura de la corrupción?  Ahora mismo por haber burlado las reglas y los requisitos, los aspirantes a conformar los nuevos equipos de fútbol, están entusiastas; pero no saben, al menos algunos, porque otros son jugadores corruptos de carrera; lo que les espera, cuando el sargento de tropa o el coronel psicópata empiece a desbordar su avaricia, ya que este tipejo es una rata que carece de conciencia moral y no se plantea dilemas éticos. Además cree y está convencido que esa institución es de su propiedad y que tiene derecho a enriquecerse ilícitamente presidiendo la corrupción por encima de quien sea a como dé lugar y se siente justificado incluso, pero también alcahueteado desde arriba. Y ese es el grave problema de los índices de corrupción y mayormente en los países latinoamericanos, que la corrupción en las instituciones se mantiene porque quienes deben remover o destituir a los corruptos, son otros corruptos más que mantienen en puestos clave a fichas que les tributan de la corrupción que explotan y se las echan de gente seria y decente.

Entre parábolas, acertijos y metáforas les expongo la podredumbre de la corrupción que mantiene a la institución en el subsuelo de su reputación. Me referiré en esta oportunidad, a la corrupción en las inscripciones para conformar un nuevo equipo de fútbol. El coronel psicópata ha ingresado para integrar el curso especial para la renovación del equipo de fútbol, a Raymundo y a todo el mundo.  Gordos, chuecos, tuertos, herniados, con columnas desviadas, fuera de la edad, con antecedentes antideportivos, rechazados de otros equipos, con títulos falsificados; en realidad ha corroborado lo que ha hecho de la institución; es decir; la cueva del mordijullo psicópata y los cuarenta indeseables, el propio antro de perdición.  

Donde se deben combinar deporte, educación y tecnología en un contexto idóneo para optimizar el rendimiento de los jugadores; nos encontramos  con una institución para las coimas y la extorsión, expresiones de la corrupción.  Muchos de los que han logrado ingresar saltándose las verjas de las exigencias para conformar un equipo óptimo y de calidad, porque le pagaron altos dólares al coronel psicópata, seguramente durante el curso y por el tiempo que éste dure , el sargento de tropa que hizo trampa para llegar a coronel y de allí no pudo más porque es evidente su mal comportamiento; se las ingeniará para sacarles tarjetas rojas a capricho para extorsionarlos si quieren continuar en el curso, por lo que deberán pagar todas y cada una de las alcabalas que les monten y los peajes que les exijan, el director técnico del equipo y sus monos voladores.  

No es que sea nuevo que el coronel psicópata tiene un hervidero de corrupción con los cursos especiales, en realidad no es que estemos descubriendo el agua tibia al poner en el tapete la corrupción que este militar tiene, ha tenido y sigue teniendo con los cursos especiales para futbolistas; sino que este curso especial es tan mayúsculo que el licántropo está salivando en demasía y babeando a cántaros; el piso de su oficina está lleno de tanta saliva que parece un cine porno de lo pegajoso, aunque haciendo abstracción de este peculiar y gigantesco curso; ya esta oficina fue habilitada por el doctor fraude como motel para tener sexo en la cara de todos con su barragana etílica Isabel, por lo que el ambiente siempre está figurativamente charcoso.

 Pues bien, el coronel psicópata tiene un ataque de ptialismo por su excesiva salivación, más de lo usual porque este es el Buldócer de los cursos especiales que ha tenido en sus manos, las cuales se las frota tal cual villano, por los guisos que tiene montados, las coimas y las extorsiones planificadas, en razón de este nutrido curso especial con tan numerosa y semejante participación de estudiantes que quieren aprender fútbol; pero que la experiencia nos ha sacudido cuando al final salen otras alimañas que alarman a la sociedad por decir lo menos; sobre todo si entran de la forma y manera como han ingresado y van a egresar de manos de tan funesto y corrupto militar el doctor fraude o el sargento coronel psicópata. Los hinchas están pasmados.

Un enorme rebaño de presas a merced del depredador el licántropo coronel. Con este  curso especial para formarse como futbolistas, el sargento coronel, se ganó la lotería y está agitado de emoción delincuencial; porque para mala suerte de la institución que cada vez se hunde más en el desprestigio; esta selección de aspirantes a futbolistas es cautiva para la corrupción,  para que el coronel psicópata y su anillo de malhechores se llenen de muchísimos e ingentes dólares; pues es el curso especial que más dinero negro en coimas le ha traído al narcisista y es su mina, es su coltán o su rodio, si hablamos de minerales costosos. Este curso es para este idiota moral, su joya de la corona;  y promete chorros de más y más dinero negro, y aunque apenas los candidatos han pagado las coimas para ser seleccionados sin llenar los requisitos, ahora deberán someterse a los caprichos de la corrupción ya que durante el trayecto les van a cobrar incluso con tarjetas rojas inventadas y para permitirles seguir en el curso y si quieren quedar para la graduación deberán dejarse extorsionar.

Este curso es el terreno más fértil para la corrupción en la que el sargento de tropa coronel es un experimentado delincuente. ¡ Gooooolllllll gritan el psicópata y su barragana! Elizabeth la barragana etílica del sargento coronel tiene muchos planes con la lluvia de dólares producto de la corrupción que inundan sus bolsillos y ya se le ha visto derrochando como nueva rica, haciendo compras con un dinero que no ganaría jamás como funcionaria pública.

Esta escuela de fútbol, que debiera ser un centro de alto rendimiento en la que los participantes, se integran en un programa donde se presume que les permitirá tener acceso a todos los recursos necesarios para lograr ser jugadores profesionales éticos, pero luego más temprano que tarde con el arbitraje del coronel psicópata la realidad nos ha revelado que egresan sin ética y para cometer faltas a voluntad en los juegos donde les tocará participar. Es una academia que debería ofrecerles educación, entrenamiento de alto rendimiento colectivo y tecnificación individual con entrenamientos adaptados a su nivel, preparación física, seguimiento nutricional y médico, competición, valoración de la evolución con asesoramiento, pruebas de fútbol y muchas más oportunidades de poder acceder a un equipo profesional.  Pero, todo esto es una utopía, donde el relajo moral es alarmante. Imagínense nada más si su anti líder es el coronel psicópata, nada bueno se puede esperar de ese nuevo curso, que ya nace defectuoso, por tener el corrupto y criminal director técnico que tiene.

Si el propio Joseph Blatter ante el ojo público, envuelto en el mayor escándalo de corrupción del fútbol, pronunció estas polémicas frases: “Los que están corrompiendo al fútbol son una minoría, pero al igual que en la sociedad deben ser castigados duramente» y que «La sociedad está llena de demonios, y en el fútbol también los hay…”. Entonces que no dirá e inventará el coronel psicópata para salvarse, exonerarse y distraer la atención, engañar a todos sobre su inocencia  y que los ojos del escrutinio público no se pongan sobre él.  Si es que este sargento coronel es un mentiroso crónico, un mitómano experimentado. La jactancia y prepotencia, en la ostentación y los signos exteriores de riqueza son sus elocuentes delatores.

Por ejemplo en el caso de corrupción en la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación), también denominado en el ámbito mediático como FIFA Gate, fue un escándalo deportivo, luego de que las autoridades suizas irrumpieron sorpresivamente en un hotel de lujo en Zúrich (Suiza) como resultado de años de numerosas investigaciones de casos de corrupción en los que el máximo ente del fútbol mundial se ha visto involucrado.  Los cargos por los que se les acusa incluyen soborno, fraude y lavado de dinero. Es que es tan semejante a la corrupción, el pillaje y la criminalidad que lidera el sargento coronel psicópata que realmente es desconcertante.  Y el coronel maula se siente impune e inmune hasta ahora. Todos los institucionalistas esperan la detención del coronel psicópata y su banda de malhechores, de todos sus monos jalabolas, que son sus coautores, cómplices y encubridores.

«El cómplice del crimen de la corrupción es generalmente nuestra propia indiferencia».

Bess Myerson.

crisantogleon@gmail.com

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