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Ejerciendo su derecho a réplica por información publicada en este medio, el doctor Hernán Rosas quien fue calificado como estafador, entre otras cosas expuso punto por punto cómo se desarrollaron las cosas en el caso de la señora Elita y su familia. Ellos se encuentran privados de libertad desde hace dos años y aún esperan por la justicia

Este viernes 20 de enero el abogado Hernán Rosas visitó la redacción de El Periódico del Delta haciendo uso de su derecho a réplica por una información publicada en este medio, donde se le alude y califica de estafador en el caso de Ornelis Navarro y sus hijas, recluidas en el estado La Guaira en el presunto caso de trata de personas, junto a su yerno y un trabajador del Hotel San Cristóbal.

Hernán Rosas explicó en detalle que se siente orgulloso de ser egresado de la Universidad Bolivariana, que sí se apareció con la mejor disposición en el sitio de reclusión de estas personas y si tuviera que hacerlo nuevamente lo haría sin rencor.

Comentó que «lo que hace la izquierda no lo debe saber la derecha y en ocasiones su compañera en el caso Braulibeth Palomo , abogada, se montaba hasta dos sacos de comida en los hombros para llevarles a estas personas, alimentos y medicinas desde Tucupita para La Guaira. Ese era nuestro aporte como deltanos a otros deltanos que están en esas condiciones y lo hicimos varias veces. Si toca hacerlo lo volvemos a hacer Braulibeth y mi persona no tenemos rencor. Las queremos en libertad».

«Los abogados que reciban el expediente 0013 de Trata de personas se van a encontrar con la mesa servida, después de siete audiencias de juicio que cancelé de mi bolsillo, intérprete, especialista en derecho indígena, catorce viajes desde Tucupita a Caracas, Caracas a La Guaira, con pagos de hotel, alimentos, transporte y todo lo que merece un buen profesional como lo son, el abogado Luis Rodríguez, Braulibeth Del Valle Palomo como especialista en asuntos indígenas, que pidió la nulidad del caso de Orlenis Navarro y de sus dos hijas, del maraisa Arturo y de su yerno Oscar López», aseguró.

«Nosotros salimos a defenderlos con decisión y desde que salimos del caso ya tienen seis meses esas criaturas abandonadas. Nosotros solicitamos se les otorgara y respetara el debido proceso, como lo contempla la Constitución y las leyes y los tratados internacionales en Derechos Humanos, de Derecho en materia Indígena, de Derecho Público Internacional. Ninguno de ellos nos entregó ni medio, no me pagaron,  cuando les pedí dinero me ofrecieron un carro Toyota, modelo 2003, que se encontraba retenido en un estacionamiento en Anzoátegui, en Barcelona. Me dijeron vete y habla con mi yerna que se llama Yolanda María Manzano Sifontes. Vine a Tucupita y me reuní con la señora Yolanda y con Braulibeth. Ella me dio una autorización escrita, me dirigí al estacionamiento, revisé las condiciones del carro. Luego ella me manda un poder para tener las facultades, ella se desprende del carro, de la propiedad del vehículo, me entrega el título de propiedad y la segunda llave, estas cosas las manda para Caracas. Comencé con Braulibeth Palomo a trabajar para sacar el carro y lo sacamos el 3 de marzo, nos lo entregaron como a las 4 y 30 de la tarde. Hicimos 11 viajes entre Barcelona, Anaco, Caracas y Tucupita, todo lo pagué yo, ninguno me dio ni medio, ni Elita, ni Luis su hijo (Guicho). La idea era vender el vehículo y pagar el dinero que pedí prestado e invertí para sacarlo y con lo que quedara iba a reimpulsar la defensa de ellos y yo hice exactamente como habíamos acordado. Luego para el 8 de abril, luego de haberle hecho mantenimiento al vehículo vine a Tucupita y lo vendí. Hicimos un negocio por 9 mil dólares, de los cuales nos entregaron 8.180 dólares fraccionados, porque no teníamos otra forma de recibir ese dinero y yo estaba presionado para pagar el dinero que pedí prestado para sacar el carro. Le vendí el carro a la señorita Astrid Ortiz Cedeño de los cuales entregó 8.180 y ese dinero fue para pagar a todas las personas a quien les debía a excepción de una sola persona a quien no le pagué, no por maldad sino que pensé que una vez que la señora Elita pusiera un pié fuera de ese sitio donde se encuentra, en la calle nos iba a cancelar y esa persona fue mi compañera de trabajo Braulibeth del Valle Palomo. Mi fiel compañera de trabajo, especialista en derecho indígena, seria y muy responsable y a Luis Rodríguez “Burako” intérprete, y mi persona que tengo estudios de derecho internacional, pero yo no vengo aquí a exponer nuestros currículos, no, pero estamos capacitados porque en la UBV nos pusieron a trabajar con casos extremos y lo logramos. No vemos al ser humano como una mercancía, sino como un ser sujeto de derecho, para defenderle sus intereses”, explicó.

“En el caso de la gran estafa, esto no ocurrió, porque estafa se califica cuando tres, cuatro o cinco personas se asocian en primer lugar para ofrecer una mercancía a alguien a cambio de tal o cual cantidad de dinero y pasa el tiempo y la mercancía que había sido ofrecida para una determinada hora nunca llega. Ahí s presunta estafa, solo un juez está facultado para precalificar y  y a mi hermano no calificaron de estafa, agavillamiento y forjamiento de documentos legales. Ninguna de esas cosas hicimos, nos citaron y fuimos a presentarnos sujetos a derecho. Nosotros confiamos en la señora Elita que una vez que pusiera un pié fuera del recinto penitenciario nos pagaría. Nadie nos puede decir que no confiemos en ella”, explicó.

“Yo no salí de ahí buscando escenarios para protagonizar novelas, ni películas, porque a la señora Elita, a Jesucita y a la Chicha les consta que yo no salí a jugar metras, que cuando Hernán Rosas asumió su caso fue cuando se comenzó a mover. Volvemos con el carro, se le aparecen a la casa de Astrid Ortiz Cedeño, la esposa de Luis (Guicho), a buscar el carro con la Policía Nacional Bolivariana, después de yo habérselo vendido, cinco meses después, y se llevan el carro. Jugada mal hecha de ellos, actuaron de mala fe. Es tan de mala fe, que días antes yo le había dicho a Guicho que se aguantara, porque él estaba solicitado, él me desobedeció como abogado de su familia e iba a ser de él, con garantía de llevármelo para la calle y se presenta con la esposa en los talleres de la Policía Nacional Bolivariana, juzgándonos a mi hermano y a Hernán Rosas, en eso llega el Cicpc y se lo llevan. Cuál podía ser el interés de Hernán Rosas de que apresaran a Luis Morales? Ese no sería un fracaso más para la señora Elita? Quién se buscó ese nuevo fracaso para esa señora? Actualmente llevan 6 meses sin juez esas criaturas. Mientras las asistí tuvieron tres jueces de juicio. El Dr. Renzo y la penúltima renuncia en la séptima audiencia y por qué renuncia? Porque ella estaba obligada a ponerlos en libertad en la octava audiencia, porque nos fuimos al Tribunal Supremo de Justicia, desconozco las motivaciones de su renuncia pero yo no estaba buscando escenarios, no sé si hubo algún manejo para renunciar a la jueza, ya que todo volvía al comienzo volvían a cero”.

“Repito para la verdad el tiempo y para la justicia Dios”, recalcó. Si yo dijera en este momento que eso fue una maldad que hicieron, para cobrarle a los demás privados de libertad por ese asunto o para ponerle nuevos precios al trabajo de la señora Elita? Quién sabe?

La primera vez que hablé con la señora Elita, le dije que le cobraría 8 mil dólares y es barato, ella puede decirlo y la segunda cuando le retomo la defensa le dije que le cobraría 15 mil dólares y seguía siendo barato. Le comento eso no me alcanzaba a mi para pagar los pasajes, ya que yo corrí con los gastos de pasajes de todos, en esto gaste 8.800 dólares. Aquí cada quien jala para su lado, ¿Entonces yo no voy a merecer respeto por el trabajo realizado por parte de la señora Elita? ¿O de los abogados de sus hijas? Yo no ando hablando de abogados porque eso no es ético, además ¡Por qué se llevan a Luis Morales de Tucupita para La Guaira? A ellos a todos le violentaron el artículo 58 del Código Orgánico Procesal Penal, se las llevaron de aquí porque no tuvieron defensa. Ese artículo reza que “la competencia territorial de los tribunales se determina por el el lugar donde el delito se haya consumado. ¿Dónde fue el lugar? Tucupita, Delta Amacuro. ¿Por qué permitió la defensa de Elita que se la llevaran de aquí? Y cómo fue que Braulibeth Palomo Rojas, Luis Rodríguez y mi personas no fuimos vulgarmente a darnos con la pared, a darnos golpes, ella sabe que nosotros lo hicimos. Se los llevaron y qué pasó con la defensa de ellos aquí pues? El segundo párrafo dice que en caso de delito imperfecto será competente el del lugar, en el que se haya ejecutado el último acto dirigido a la comisión del delito. Delito imperfecto s aquel delito que no se compuso, esto es que no hay pruebas contra esas criaturas. Por qué dejaron que de las audiencias de presentación en Tucupita se los llevaran a La Guaira, esto no debió haber ocurrido. El tercer párrafo dice: En las causas de delito continuado o permanente el conocimiento corresponderá al tribunal del lugar en el cual haya cesado la continuidad o permanencia donde se haya cometido el último acto conocido del delito. Entonces si fue en Tucupita, dónde detienen a la señora Elita? Frente a su hotel, eso lo dice el legislador. El cuarto párrafo dice así: La acción u omisión se haya verificado el resultado en la causa por delito imperfecto cometido en parte del territorio nacional, será competente el tribunal del lugar donde se haya realizado…¿Por qué a mi no me acusan de haber ído a defender a Elita allá sin haberme puesto ni medio en las manos? Por qué ellos no me demandan a mi por haber vendido el carro para pagar los gastos que yo había invertido en su defensa?

“Yo vine a pedir el derecho a réplica porque amigos me llamaron para decirme que lo solicitara, porque de verdad eso a mí me tenía sin cuidado, porque ellos conocen mi trayectoria profesional. En Tucupita me conocen no por estafador, no por agavillamiento ni por ser forjador de documentos, no, a mí en Tucupita me conocen por haber vendido empanadas, por haber vendido chicha, perros calientes, por limpiar zapatos, por haber vendido periódicos, por haber barrido las calles, por haberme forjado con mi madre trabajando, me conocen porque si me gano 100 bolívares con eso voy a apoyar al más débil.

Tengo que apoyar al más débil, tengo que apoyar al que no tiene, no me presto a hacer irregularidades. Ellas fueron mal orientadas. A mi no me dieron ni medio, yo estuve guapeando, porque ella no tenía dinero. Ellas no valoraron lo que había hecho, tengo cómo defenderlas, el trabajo está hecho. El abogado que tome el caso ya va a conseguir el trabajo está listo”.

“Cuál es el interés de haber sacado contra nosotros una noticia tan fea? Si nosotros hiciéramos uso del derecho que nos asiste, esas personas no van a ir a defenderlas, lo único que harían una vez más es dejarlas solas, nadie va a venir a meter las manos en el fuego por ellas”. El derecho se ejerce con ética, no con dinero en los bolsillos, no para venir a echarse mordiscos, solicito respeto para Elita y su familia para mi y para mis colegas.

Para finalizar les digo que “ a algunos de mis familiares, a mi, a Braulibeth Palomo y a Luis Rodríguez, los responsabilizo a ellos. Porque nosotros no salimos en medio de un proceso de defensa de alguien a encompincharnos con nadie para sacrle dinero a presos.

«Termino de la siguiente manera para la verdad el tiempo y para la justicia Dios. Y además esperamos que para la gloria de Dios pronto esas criaturas deben estar en libertad».

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