Este 15 de enero Ornelis Navarro, conocida cariñosamente como Elita, dos de sus hijas, el esposo de una de ellas y un empleado Warao que laboraba en el Hotel San Cristóbal, cumplen dos años de injusta reclusión dicho por la propia Elita.
Desde La Guaira junto a sus hijas con algunos problemitas en su salud no pierde la fe en regresar a su tierra y caminar libremente. A veces su ánimo decae pero su fe en Dios está intacta.
Como se recordará Elita fue señalada como involucrada en un caso de trata de personas lo mismo que sus hijas, yerno y empleado.
Ya ella estaba retirada del trabajo del Hotel, pero ante el anuncio de los vecinos se presentó a dar la cara por su negocio, levantado con tanto sacrificio.
Elita pide que la ayuden, a las autoridades que revisen ese caso con conciencia.
Pidió a quienes atienden a los indígenas, apoyan sus causas, a la Cámara de Comercio, ya que ella es una prestadora de servicio, en esta su querida Tucupita.
En el interín ha sido estafada, olvidada por muchos. Además vale la pena mencionar que no es la única, muchos son los casos de taxistas presos por trasladar alguna persona que quiere marcharse voluntariamente del país ante la crisis que se vive.
Quién les repondrá el tiempo transcurrido en prisión? Siempre se preguntan sus amigos y familiares, quienes no pierden la esperanza de abrazarlos en su tierra y libres.
Dos largos años…