El coronel psicópata, ¿un cuerpo colegiado?

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Dr. Crisanto Gregorio León.

«Si haces lo que no debes,

deberás sufrir lo que no mereces».

–        Benjamín Franklin.

De tajo, el coronel psicópata no es un cuerpo colegiado, es un individuo cuyas decisiones son unipersonales e individualistas. Los directivos son marionetas en manos de un mañoso titiritero. Aunque espiritualmente el coronel psicópata sí es un cuerpo endemoniado, es un conglomerado de demonios que se manifiestan también cuando en su licantropía se transfigura en perra o en una fiera infernal salivando y mostrando sus dientes en actitud de ataque, cada vez que el demonio le alerta que ya su alma es del averno.  

No hay organismo del estado que en sede administrativa no tenga la figura de un cuerpo colegiado para la toma de las decisiones y el análisis de asuntos puntuales del ente. Es la misma  figura del directorio o junta directiva o asamblea de socios o accionistas de la empresa privada, pero con las diferencias de derecho público. Toda corporación, empresa o institución comercial y/o social posee una junta directiva con igual o similar adjetivación pero que en fin pretende llevar las riendas en la toma de decisiones que involucran el destino del ente. Una junta directiva es el órgano de gobierno de una organización. Éstas toman decisiones sobre la política de la organización y vigilan que se lleven a cabo. La junta directiva es el máximo órgano de gobierno y administración de una asociación y actúa de acuerdo con los estatutos de esa entidad. Además de su función de dirección, también es el órgano de representación.

                Diversas son las juntas directivas o directorios existentes a lo largo y ancho de la administración pública en el estado y en cada estado o provincia, para cada ente o corporación que éste haya instituido. De modo que todo organismo o corporación independientemente de su misión, visión y fines, posee su propia Junta directiva o consejo directivo, o directorio. Así las cosas, Igual acontece en la institución que parasita el coronel psicópata, tiene su propia junta directiva pero no es el único ente estatal que posee junta directiva, consejo directivo o directorio. Por lo que este órgano colegiado no es una figura única y exclusiva de la institución que parasita el coronel psicópata. Aunque en este caso es un parapeto, consciente o inconsciente, que sirve de cómplice convidado al coronel psicópata.

                Le ha servido la Junta directiva al coronel psicópata para fines distintos a los que figuran en la misión, visión y fines del organismo.  Por ejemplo las firmas en señal de asistencia son usadas para respaldar decisiones que el directivo no ha tomado realmente, solo se las anexan.

                En esencia, por su propia naturaleza jurídica y concepción, aunado a la filosofía que lo inspira;  el consejo directivo es un cuerpo colegiado. Y se le llama así porque las decisiones que en él se tomen deben ser por consenso o con la aquiescencia de la mayoría absoluta de los miembros de la directiva, según prevean los estatutos. Y son colegiados en una verdad de Perogrullo porque las decisiones deben provenir del cuerpo todo, en colegio, en conjunto, de manera colegiada y no decisiones tomadas por solo y exclusivamente al arbitrio y al capricho de la figura que preside la junta o directorio. Las decisiones que figuran como emanadas del consejo directivo no pueden ser decisiones unipersonales de quien preside la asamblea o el directorio, aunque excepcionalmente hayan bemoles.

                En el consejo directivo de la institución que depreda el coronel psicópata se ha quedado gente de las que no envidiamos sus pellejos, porque el coronel psicópata ha venido removiendo a quienes no puede manipular, que son aquellas personas decentes que por cuyos  principios morales, éticos, legales y espirituales  no le conviene tenerlos en la institución porque no venderán su alma por él. ¿Pero todos los que quedan son unos malvados o son gente que lo está haciendo bien?

                En el caso del consejo directivo que preside el coronel psicópata, las decisiones son únicas y particularísimas de él, quien lleva a cada directorio una agenda individualista. Y es que este militar es muy habilidoso para echarles mentol en los ojos y dopamina en el entendimiento a los directivos quienes se creen que efectivamente están dirigiendo, cuando en realidad están siendo manipulados, usados y convertidos en la coartada perfecta para excusarse cuando llegue el momento. Ah, pero es que se vale de personas a quienes maneja cual titiritero y esos son sus monos voladores, a quienes tiene en cantidad integrados a ese consejo directivo para blandir banderas de triunfo en sus planes de corrupción. Entre ellos; el Putativo, Alejandro, Lesbia Carlota, Sussana Áspid, Abacaxi la Catarina, Isabel la borracha, Segazón, Félix, Fogata, Desastre, Chirona y la manzana Virtual, aunque no son todos los que están ni están todos los que son, porque unos no aparecen ex profeso en esta lista, pero hay otros que no siendo directivos igual cometen extorsiones y corrupción por orden y cuenta del coronel psicópata, y están en otras oficinas o dependencias que no huelen a rosas y fungen de espías y que aunque lleven archivos nada saben de archivología pero si son arrastrados correveidiles del psicópata. Cuántos desórdenes de personalidad hay en esta institución, no se merece esta empresa la maldición que le ha caído con el performance malvado del coronel nunca más ascendido. Causa pena ajena verlos a todos genuflexos, con la cabeza gacha rindiéndole pleitesía a un ser corrupto y criminal como lo es el coronel psicópata. ¡Han perdido la dignidad!

                No podemos negar que hay personas buenas que pagarán por los delitos del psicópata. Hay directivos que son usados y otros que se dejan usar, porque no se engaña al que se sabe engañado. ¿Son estos directivos, inocentes o culpables? Lo cierto es que le dan oxígeno al psicópata y rubrican sus actuaciones y sus decisiones, además dice el refrán que pagarán justos por pecadores y también dice la Biblia que el hombre sabio ve el peligro y se aparta. El prudente ve el peligro y lo evita; el insensato sigue adelante y recibe el daño. Proverbios 22:3.

                Pero, ¡mentira!, falso de toda falsedad, ustedes no son directivos de nada, ustedes son unos fantoches que hacen y rubrican lo que ya tiene tramado perversamente el coronel psicópata, toda la maquinación que trae en agenda con la única y exclusiva finalidad de facilitar la concreción de sus extorsiones y la venta ilícita de documentos que ahora el analfabeta moral y espiritual tiene a “pata e’ mingo” en control de su barragana la borracha Isabel, que además ella por socorro de san José tiene montada una tienda de víveres con las cajas de comida que les roba a ustedes y a toda la institución y que le sirve para lavar los dólares que extorsiona a los usuarios en la corporación. Sí, Isabel que es su suplemento narcisista, que además ostenta un automóvil de una famosa marca japonesa que le regaló el coronel psicópata con los dineros que extorsiona a los  usuarios. ¡Llegó el japonés!  Recordamos la tarde cuando llevó su auto blanco a la empresa, estaba Isabel ufanada. No podría Isabel la borracha justificar ante una contraloría, ni ante el fisco de la nación, ni ante los tribunales anticorrupción, los signos exteriores de riqueza y su patrimonio actual incluyendo la mansión que por “los altos” le hizo el anciano militar y otros inmuebles de los que ahora es dueña inexplicablemente con un salario modesto que ni le alcanzaría para hacerse las uñas, las mechas y el catiónico, ni para comprar la ropa nueva que lleva a diario y sus uniformes; pero que ni eso porque todo va por cuenta de los usuarios con los dólares que les extorsiona a diario el coronel nunca más ascendido, con la complicidad criminal de Lesbia Carlota, la recolectora.

                El suplemento narcisista es un concepto introducido en la teoría psicoanalítica por Otto Fenichel, psicoanalista austriaco, para describir un tipo de admiración, apoyo interpersonal o sustento, extraído por un individuo de su entorno que se convierte en un elemento esencial para su autoestima. El suplemento narcisista del coronel psicópata es su barragana Isabel la borracha.  

Cada puntada que da el coronel psicópata es con la única finalidad de confeccionar su mantel de corrupción, y ustedes se hacen los guevones y le favorecen su entramado de delitos, de sadismo  y de maldad. No hay decisión que no tenga su trasfondo criminal para beneficio de la red de extorsión o de la banda de delincuentes que lidera y preside el coronel psicópata. No hay puntada sin dedal en las maniobras de control y manipulación del coronel psicópata.

                Pero como nadie puede alegar a su favor su propia torpeza, no olviden que las decisiones figuran como provenientes de ustedes así el ideólogo sea el coronel psicópata, ustedes son los que están en la trinchera.  ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho! Isaías 5:20-25.

Todos los asuntos protocolares son tácticas distractoras  para embadurnarles el ego con el mentol que les impida a ustedes la visión clara de los asuntos que él les plantea, además el consejo directivo es uno de los  escenarios donde el coronel psicópata se siente grande, grandioso, como todo narcisista para auto exaltarse, donde la autopercepción de su “yo”, su ego inflado y la búsqueda del bienestar propio por encima de ustedes cobra protagonismo. No olviden que el coronel psicópata es un mentiroso, un taimado rufián y un embaucador, un delincuente por naturaleza que desde niño se robaba los juguetes de quienes jugaban con él, y ahora de adulto ustedes son los juguetes a quienes roba su conciencia y los maneja a conveniencia individualista con la habilidad que le da ser un psicópata experimentado.

«Nadie sabe lo que hace mientras actúa correctamente,

 pero de lo que está mal uno siempre es consciente».

–        Goethe.

crisantogleon@gmail.com

Profesor Universitario/Abogado/Periodista/Psicólogo/Escritor.

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