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Para todos los venezolanos de bien, estén donde estén, del color y religión que sean

Estoy segura que cuando Joe Darion escribió esta letra, nunca pensó que llegaría a tantas mentes y corazones, pero sin duda mostró al mundo su gran sensibilidad. Hoy quiero dedicarles esta canción a mis hermanos venezolanos que dentro de esta convulsión que significa la desazón de un futuro incierto, tienen una esperanza que, aunque dormida sigue en todos los corazones.  Va, por esos hermanos que están hartos de los míseros políticos de la vieja y nueva generación que, con los bolsillos llenos, siguen abusando de la paciencia y se esfuerzan hasta lo inconcebible por seguirnos vendiendo una mentira.

“El sueño imposible” es una canción que forma parte del show “El Hombre de la Mancha”. La música fue compuesta por Mitch Lee y la letra es autoría de Joe Darion. El éxito de esta melodía sobrepasó por mucho el de este musical que se estrenó en Broadway en 1965 y fue llevado a España, un año después. Sin embargo, no me interesa contarles esa historia, sino darles a conocer la letra de la canción que podría sin duda llegar a ser un himno de emancipación para nosotros, dado a que nuestra libertad se ha convertido en un sueño imposible.

Pero dejemos que los políticos se harten unos con otros y vamos a lo nuestro. Empiezo por aclarar, siempre me gusta aclarar lo que no soy, y en este caso, no soy opinadora política, ni de lejos. Tampoco soy, ni quiero ser coach, guía espiritual ni nada que se les parezca. Soy una más del montón, como todos, como la mayoría de ustedes y sé que, solo poniendo corazón y mente, lograremos ese cambio deseado en nuestro país. Empecemos por razonar con paciencia y certeza lo que debemos hacer para despejar el panorama donde podamos realizar nuestro “sueño imposible”.

Pensemos en cual sería el primer paso que debemos dar, porque, aunque no lo crean tenemos el sartén por el mango y no podemos seguir dejando que nos lo quiten. ¿En serio? no creerás que el paso a dar son las elecciones. Las elecciones serían en tal caso, el último paso. Tampoco que nos elijan un candidato de lo mismo. Entonces, ¿que sería lo primero que debemos hacer? Les contesto sin duda alguna, arreglar a Frankenstein. Si amigos, nuestro registro electoral se ha convertido en un Frankenstein hecho a pedazos, a través de todos estos años. Y no es como dicen: “Votando masivamente aventajamos la trampa, en el año 24”.  No amigos, la ventaja que guarda ese monstruo rojo que no formó Mary Shelley, sino otros a saber quiénes, y que si pudiéramos verlo, caeríamos de rollete porque además de feo, es gigantesco.

No voy a escribir, de los doble cedulados, los muertos, los chinos, los cubanos y el algoritmo, pues son verdades conocidas. Ustedes saben igual o mejor que yo, que todo empezó cuando manipularon el crecimiento demográfico en un obsceno 10%, eso no ocurre ni siquiera en la Ciudad del Ratón.

Pero eso puede cambiar, no es un delirio. Veamos lo que dice nuestra canción, “Estaría dispuesto a ir al infierno por una causa celestial”, y ya nosotros bajamos al infierno, es un absurdo bajar más. Vamos ya, a construir la escalera que nos lleve a la gloria.  No perdamos tiempo, hay que comenzar a enmendar los errores cometidos. Fortalezcamos la fe para alcanzar la estrella, esa del show de Broadway que, aun siendo metáfora y aun siendo utopía, nosotros podemos hacer el milagro de hacerlo realidad. Esa será nuestra meta, no importa el esfuerzo y lo lejos que este. Y, sin quebrantar los nobles ideales de hermandad, llegaremos al triunfo final, no solo conquistando una estrella. Nosotros unidos, ¡conquistaremos siete!

Amigos, puede ser, ¡porque no! ¿O es que Venezuela no puede parir un Miley? ¡claro que si carajo! Puede no tener ojos azules ni peluca, pero si piel canela y ojos acaramelaos, o ser de los Andes, con los gochos no nos ha ido mal; por ahí anda uno merodeando por los medios disfrazado de WhatsApp. O ¡una mujer! Eso sí, con los ovarios como Supermán, ¡de acero! Piensen: “¿Que vamos a hacer cuando aparezca ese emergente al bate y nos dé un jonrón, y las bases estén vacías?

Por eso nuestra lucha es desde ahora, con nuestros propios medios, boca a boca o de la forma que se pueda, lo importante es ejercer nuestro derecho para exigir que se depure el REP. Si todos hacemos notas de Tuit, Facebook, Instagram o lo que tengamos, si contamos lo que sabemos y demostramos que la contaduría esta manipulada, si usamos el correo e incitamos una solicitud a la OEA o ONU con millones de firmas, ¡haremos bulla! Para poder despejar el camino y se haga realidad nuestro sueño imposible. No podemos dejar que vuelva a pasar, ganar y no cobrar.

Así es que firmes en home, y no estoy llamando la abstención, firmes al correr la voz, firmes a expresarnos en los medios, firmes para decirlo en las reuniones; hay que actualizar el registro electoral, sino no lo logramos, no habrá elecciones, solo se repetirá el engaño. El régimen tiene una bolsa de 4 millones, nuestro emergente tendría además en negativo, una merma inmensa de los que no van a votar.

Por favor copien este link donde los expertos explican los votos que están en la cuerda floja: https://efectococuyo.com/politica/10-millones-votos-en-riesgo-presidenciales-2024-explican-expertos/

Quijotes debemos ser, Quijotes recios en nuestros valores, recios en nuestra lucha y recios contra los molinos de viento.

Uno de los versos de nuestra canción empieza: “vencer al invencible enemigo” y termina: “correr hacia donde no se ha atrevido el valiente”. Particularmente, son frases para los que creen que los gobiernos son eternos y que nunca saldremos a la luz.

A secas, sin alegorías ni fábulas, les diré que no existe enemigo invencible, la impotencia se fundamenta en mentiras repetidas como letanías que nos quitan las ganas. Y estas nos llegan tanto de un grupo, como de otro. Puede haber una que otra rosa entre las zarzas, pero ha crecido tanto la maleza que han desaparecido ante nuestros ojos.

Otro verso, que pareciera lo hubiesen escrito para nuestro hoy, reza así: “corregir lo que parece imposible”, “pelear, aún con los brazos cansados”.

Únicamente trabajando nuestra mente y entrenando nuestro cuerpo podemos llegar, aun sin ayuda de nadie. Nosotros, sin más, con nuestra fuerza interior que es divina en toda su plenitud y esplendor, debemos entender que somos uno y nos debe doler el otro como si fuera, como en verdad lo es es, nuestro hermano. Labremos surcos profundos como los versos de esta alucinante carta de amor.

“Soñar el sueño imposible” se convirtió en la bandera de muchas vidas y comunidades. Yo, la calificaría como un himno a la voluntad, la fe y la esperanza. 

Me despido traduciendo para Uds., a mi manera, la última estrofa de esta hermosa poesía hecha música.

Y yo sé que si soy leal a mí mismo

El mundo será un mejor lugar

Lucharé hasta el final

Con mi último aliento,

y cubierto de heridas

alcanzaré, la estrella imposible.

M.G. Hernandez

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