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El abandono en que se encuentra la educación en las comunidades indígenas es un impedimento para que los docentes puedan brindar una educación de calidad a sus alumnos.

En el informe sobre deserción escolar realizado por Kapé Kapé en 2019, el 95% de los estudiantes reportó que las escuelas o centros educativos de su comunidad están en condiciones entre regulares y deplorables, y que éstas no cuentan con servicios básicos como agua, recolección de basura, propiciando de este modo que los centros educativos sean espacios de insalubridad y cultivo de enfermedades.

Adicionalmente, debido a la crisis económica que arropa al país, cada día son más los docentes que se dedican a otras áreas como la minería y el comercio informal porque sus salarios son insuficientes para costear los gastos familiares.

En Delta Amacuro, el gremio ha alertado que por los bajos ingresos que reciben los docentes a pesar de los años de estudio y experiencia, los han llevado a trabajar en comercios como mercados chinos, verdulerías, buhoneros y venta de artesanías.

A comienzos de este año escolar, en la comunidad de Rueda, en Amazonas, denunciaron la migración de sus docentes como una de los principales problemas para el reinicio de clases.  El profesor Wilmer Rodríguez indicó que el personal de la unidad educativa Ezequiel Zamora se redujo a 9 profesores (2 directivos y 7 de aula), quienes tienen que atender a una matrícula aproximada de 300 estudiantes. La mayoría de los docentes de esa institución se fue hacia las minas o a Colombia, siempre buscando mejorar sus condiciones socioeconómicas.

En el estudio sobre deserción escolar realizado por Kapé Kapé en 2019, la falta de maestros fue la segunda causa de deserción escolar más según los estudiantes encuestados.

Esta situación debe ser un llamado a la reflexión sobre las garantías de empleo y calidad de vida que tienen los docentes. Pues la inasistencia y el ausentismo laboral son consecuencias de políticas y acciones discriminatorias hace el gremio docente, ya que los docentes, al igual que los estudiantes, abandonan la escuela porque la condiciones no son propicias para ejercer su trabajo. En este sentido, deben existir programas y políticas de incentivos salariales, entre otras que contribuyan a la disminución del ausentismo laboral y la deserción de los educadores.

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