Gerónimo Figueroa Figuera
CNP: 569
No hay dudas que el miércoles 3 de noviembre 2021 a Maduro le salió el tiro por la culata. Después de montar el show en cadena nacional diciendo que había firmado un “acuerdo de cooperación” con el fiscal de la Corte Penal Internacional, y agregar la misma perorata de “respeto a la constitución nacional” y bla, bla, bla, y cuando terminó de hablar, el abogado británico Karim Khan, se levantó de donde estaba sentado y le dio un apretón de manos en señal de despedida. Ya fuera del salón mientras conversaba con algunos funcionarios del régimen Khan informó que se iniciaría una investigación por crímenes de lesa humanidad contra funcionarios del régimen venezolano. “Soy plenamente consciente de las fallas que atraviesa Venezuela”. “No somos políticos, nos guían los principios de legalidad y el estado de derecho”, agregó.
La verdad es que el doctor Karim Khan con su comportamiento sorprendió a tirios y troyanos, llegó a Venezuela haciendo mucho ruido diciendo que había sido invitado por Nicolás Maduro, es mas, el lunes 1 de noviembre en los medios de comunicación y las redes sociales publicaron una foto enviada por la oficina de prensa del palacio de Miraflores donde aparece dándose un apretón de manos con Maduro. Aunque el texto que acompañó la foto no dice que trataron ese dia ni se observa sonrisa alguna porque los tapabocas lo impiden, el apretón de manos habló solito. Mientras que en contraste con eso, familiares y víctimas acompañadas por representantes de algunas ONG y de la Sociedad Civil venezolana hicieron una manifestación pacífica por las calles de Caracas solicitando una entrevista con el fiscal Karim Khan, pero este se hizo el loco y no las recibió.
En ese mismo orden la Federación Médica Venezolana pidió al fiscal Karim khan que visitara los hospitales para que viera como están de abandonados por falta de medicinas, médicos y enfermeras, pero hizo caso omiso al llamado. Esa actitud parecía indicar que su visita era de forma controlada y tenía como objetivo entrevistarse solamente con Nicolás Maduro para escuchar sus cuentos y visitar los sitios maquillados por el régimen. Aunque oficialmente nunca se dijo donde se hospedó el doctor Khan, es casi seguro que lo hayan llevado al hotel Alba que es donde el régimen ubica a “ilustres” visitantes con fiestas de bienvenidas incluidas. Sin embargo, no hay ninguna prueba que el doctor Khan haya aceptado esas fiestas.
A principios de junio 2021 cuando se anunció que a la fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, de origen africano, se le había terminado el tiempo y en su lugar fue designado el abogado británico Karim Khan, se generaron muchas expectativas de esperanzas en la inmensa mayoría de los venezolanos, donde nos incluimos, porque por fin habría justicia para las víctimas que han sufrido atropellos por parte de organismos paramilitares y parapoliciales que actúan bajo la sombra de la impunidad que les brinda un régimen donde la justicia no es política de estado porque los tribunales forman parte del aparato represor, según informes elaborados por organismos dependientes de la ONU.
De la anterior fiscal Fatou Bensouda, siempre se dijo que estaba influenciada por la hermana de un funcionario de alto rango del régimen madurista que actuaba como embajadora en la Haya. Igualmente se repetía que la anterior fiscal no hacía nada para impartir justicia a favor de las víctimas en Venezuela, sin embargo, en 2019 abrió examen preliminar contra Venezuela y antes de entregar el cargo elaboró un informe apoyada en parte por investigaciones realizadas por la ONU y la OEA, así como con declaraciones de algunas víctimas, dejando sentado que en Venezuela parecía haber indicios de haberse cometido crímenes de lesa humanidad.
Como dijimos al principio, el doctor Khan con su comportamiento de no responder a las peticiones solicitándole reuniones confundió a muchos e hizo que las esperanzas sobre la aplicación de la justicia se desvanecieran momentáneamente de una parte importante de los venezolanos, al pensar que ya no habría justicia para los asesinados y heridos en manifestaciones pacíficas, los presos políticos que según sus familiares son torturados en las cárceles, los casi siete millones de la diáspora regados por el mundo y el 86% que vive en condiciones de pobreza donde se distingue un 74% de pobreza extrema, por culpa de la persecución ideológica y el salario mínimo impuesto por el régimen madurista es de cuatro dólares mensuales que solo alcanza para comprar un kilo de queso blanco duro.
Pero no fue así, porque al terminar la perorata en la cadena de radio y televisión, pocos minutos después los venezolanos y el mundo recibieron la noticia anunciando que se iniciaba la investigación por crímenes de lesa humanidad, demostrando que la visita de Khan nunca estuvo controlada y que toda la inversión pagada en lobby a empresas especializadas para lograr la visita a Venezuela, mas los gastos internos no sirvieron para nada, como dicen en mi pueblo: se perdieron esos reales. Cuando Maduro pensó que nuevamente la vaina era todo un éxito, el tiro le salió por la culata.
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