Un niño de 12 años y un joven de 18, de nacionalidad venezolana, fueron asesinados de tiros por presuntos miembros de las disidencias del Frente 33 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El hecho se produjo el pasado viernes 8 de octubre en la localidad de Tibú, Norte de Santander, en el vecino país.
Presuntamente, el pequeño y el joven se habrían metido en un almacén de venta de ropa para perpetrar un robo. Sin embargo fueron sorprendidos por los comerciantes, quienes los sometieron y neutralizaron. Les amarraron las manos y estaban dispuestos a entregarlos ante las autoridades.
Pero al almacén donde ocurrió el robo llegaron dos sujetos en moto, presuntamente miembros de las disidencias. Con armas de fuego en mano obligaron a los comerciantes a entregarles al niño y al otro individuo. Los vendedores intentaron impedir que se los llevaran, a sabiendas de que a ellos los iban a matar. Pero nada pudieron hacer, refiere Noticias Caracol.
A la salida de El Tarra, por el sector Barrio Largo, los supuestos integrantes de las disidencias desenfundaron sus armas de fuego y dispararon a la cabeza de los presuntos ladrones para dejarlos sin vida.
Los comerciantes que habían retenido a los extranjeros implicados en el robo debieron grabar un video para evitar que fueran señalados de cometer el asesinato, ante el temor de que fueran detenidos por la policía, por haber permitido que se llevaran a los jóvenes para que los asesinaran.
Aseguraron que ellos estaban en la disposición de entregarlos a la Policía de Colombia, pero esta no acudió a pesar de las múltiples llamadas que hicieron a la estación policial.
La Opinión reseñó que uno de los fallecidos fue identificado por familiares residentes en Maracaibo.
El comandante de la Policía del Norte de Santander, coronel Carlos Martínez, anunció una investigación contra los funcionarios acantonados en Tibú, por presuntamente no atender las llamadas de las personas que retuvieron a los jóvenes implicados en el robo, para entregarlos ante las autoridades.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en voz de Juliette Rivero, representante de la alta comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó el asesinato del niño de 12 años.
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