Compartir

Gerónimo Figueroa

No debe quedar ninguna duda que si el presidente de EEUU fuese Donald Trump, Nicolás Maduro ni por el carajo se hubiese atrevido a montarse en u avión para ir a México, sobre todo en los años 2019 y 2020, después que el Departamento de Justicia del imperio mismo pusiera precio de 15 millones de dólares como recompensa para quien ayude a capturarlo. Fíjense que la resolución del Departamento de Justicia dice para quien facilite o ayude a capturar, o sea, quien en cualquier momento le eche dedo sobre cualquier escondite donde pueda encontrarse escondido si fuese el caso. Y como dicen en mi amado pueblo Caicara de Maturín, 15 millones de verdes no son conchas de ajo.

En honor a la verdad hay que reconocer que Nicolás Maduro es pésimo e ineficientemente gobernando, las fichas partidistas que coloca en las funciones diplomáticas no saben un carajo de eso, pero lo que no se puede negar es que paga lo que sea y a quien sea para que le haga buenos lobby en Europa y EEUU, muy especialmente en la Casa Blanca, donde, aunque no lo crean, también existen sus tarifados que por billetes verdes hacen cualquier cosa. Por eso, pudiera asegurarse que esos tarifados, no solo lograron “persuadir” para que no se diera la captura a pesar que el departamento de Justicia ratificó los 15 millones de dólares de recompensa, sino que posiblemente también le informaron a Maduro que podía viajar tranquilamente por cuanto el gobierno de Joe Biden no haría nada para apresarlo cuando el avión donde viajara entrara en espacios aéreos internacionales como debería estar obligado hacerlo.

Solo hay debemos recordar que después que el Departamento de Justicia de EEUU acusó a Maduro de narcotráfico y terrorismo, acompañándola con una orden de captura adornada con una recompensa de 15 millones de dólares, Maduro entro en una etapa de cuidarse de viajar al exterior, fue cuando no quiso asistir a la reunión de la ONU que se celebra en Nueva York anualmente, tampoco quiso asistir a la toma de posesión de los mandatarios López Obrador en México, Alberto Fernández en Argentina y Luis Arce Catacora en Bolivia, posiblemente por temor a que el avión donde viajara fuese interceptado en espacio aéreo internacional por aviones cazas estadounidenses y obligado a desviar la ruta hacia los Estados Unidos.

En ese mismo orden Maduro se movía en Venezuela en caravanas de carros iguales y del mismo color, superblindados, siendo muy pocos los que sabían en cual viajaba, presuntamente por temor a que en las propias escoltas de su seguridad personal y presidencial, se pudiera levantar la tentación de lo que significan 15 millones de dólares juntos. Presuntamente el temor también se habría multiplicado cuando por las redes sociales comenzaron a circular mensajes que anunciaban posibles visitas a Venezuela de cazarecompensas estadounidenses que pudieran llegar disfrazados de turistas o de diplomáticos, soñando con los 15 millones de dólares.

Pero, después que a Donald Trump los comunistas globalistas le hicieron de todo, incluyendo un fraude electoral montado y dirigido desde China y Rusia, para colocar en la Casa Blanca al candidato Joe Biden, presuntamente el miedo de Maduro fue bajando progresivamente, apareciendo nuevamente en la televisión en vivo. También las apariciones en escenarios abiertos se hicieron notar. Y el dia sábado 23 de septiembre se montó en un avión y se fue hasta México donde había una reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, convocada por su socio del Foro de Sao Paulo, Andrés Manuel López Obrador.

Deja un comentario