Prácticamente casi todos los días se conoce algo nuevo del coronavirus y ahora, un nuevo estudio sugiere que los síntomas de la infección temprana por COVID-19 puede variar entre los grupos de edad y entre hombres y mujeres.
La investigación, de la que se hace eco Mint, ha estado dirigida por investigadores del King’s College London y analiza los datos de la aplicación ZOE COVID Symtom Study entre el 20 de abril y el 15 de octubre de 2020.
El primer dato clave muestra que existen notables diferencias entre los grupos de edad más jóvenes (16-59 años) en comparación con los de mayor edad (60-80 años) y que los hombres tienen síntomas completamente diferentes a las mujeres en las primeras fases de la infección.
Se examinaron 18 síntomas que tenían diferente relevancia para la detección temprana en diferentes grupos: pérdida del olfato, dolor en el pecho, tos persistente, dolor abdominal, ampollas en los pies dolor en los ojos y dolor inusual.
Lo que llama la atención es que la perdida de olfato no era tan relevante en personas mayores de 60 y no fue nada relevante en sujetos mayores de 80 años. La diarrea fue clave en los grupos de mayor edad. La fiebre, en cambio, no fue una característica temprana de ningún grupo de edad.
Los hombres eran más propensos a tener dificultades respiratorias, fatiga y escalofríos, mientras que las mujeres eran más propensas a informar pérdida del olfato, dolor en el pecho y tos persistente.
Hay que tener en cuenta que estos modelos se aplicaron con la primera cepa del virus, pero todo apunta a que las variantes Delta o la recién descubierta Lambda también diferirán entre los grupos de población.
La autora principal del estudio, Claire Steves, señala: «Los primeros síntomas son muy variados y pueden verse diferentes para cada miembro de la familia o del hogar. La guía de pruebas podría actualizarse para permitir la detección de casos antes, especialmente frente a nuevas variantes que son altamente transmisibles. Esto podría incluir el uso de pruebas de flujo lateral ampliamente disponibles para personas con cualquiera de estos síntomas secundarios».
«Actualmente, en el Reino Unido, solo se utilizan unos pocos síntomas para recomendar el autoaislamiento y la realización de pruebas adicionales. Utilizando una mayor cantidad de síntomas y solo después de unos días de malestar, usando IA, podemos detectar mejor los casos positivos de COVID-19. Esperamos que este método se use para alentar a más personas a hacerse la prueba lo antes posible para minimizar el riesgo de propagación», apunta la doctora Liane dos Santos Canas, otra de las personas implicadas en la investigación.
El Dr. Marc Modat, profesor titular del King’s College de Londres, sentencia: «Como parte de nuestro estudio, hemos podido identificar que el perfil de los síntomas debidos al COVID-19 difiere de un grupo a otro. Esto sugiere que los criterios para alentar las personas que se someten a la prueba deben personalizarse utilizando la información de las personas, como la edad. Alternativamente, se podría considerar un conjunto más amplio de síntomas, de modo que se tengan en cuenta las diferentes manifestaciones de la enfermedad en los diferentes grupos«.