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Dr. Crisanto Gregorio León

¿Cuál es el riesgo psicológico y conductual para el talento humano de la institución de tener un Jefe psicópata? Una persona que ha corrompido a la institución y se ha hecho de una banda interna a cuyos integrantes  maneja como títeres y  le rinden pleitesía y cometen por él los crímenes y los delitos que éste les ordena, además de abominables actos de desprecio y de minusvalía en contra de las personas que este depredador social ha escogido como víctimas.

Para los trabajadores que están conscientes de que el Jefe es un psicópata y se dejan usar por él y le acompañan en la corrupción de la institución, es imperioso puntualizar, que no se engaña a quien se sabe engañado. Ustedes son responsables de los delitos que cometen creyendo que no hay cabos sueltos y que el psicópata los resguardará para siempre en sus crímenes.   Cada cual es responsable personalmente  de sus propios crímenes y de sus propios  delitos. Es importante señalar por ejemplo  la personalísima responsabilidad penal.

 Mientras están embriagados por la corrupción, las alcahuetas y los cómplices trabajadores  se sienten invulnerables, impunes e inmunes.  Pero el psicópata en algún momento ya no estará, ni estarán quienes le apadrinan.  Ya no tendrán quien los proteja. Han sido muy débiles en sus principios éticos y morales al dejarse corromper con tanta facilidad por el psicópata quien les ha permitido violar las leyes y entonces están acostumbrados a tragarse la luz roja hasta que ya no haya fiscal que los alcahuetee. 

¿Qué efecto psicológico causa en los trabajadores tener a un pran como jefe?  Un sujeto que hace apología del delito y trabajadores que sienten regocijo o privilegio de tener como jefe a un delincuente,  un tipejo , ladrón, con una visión egocéntrica del mundo y la sensación grandiosa de autovalía,  tramposo, con adicciones , sádico, narcisista,  le placen los riesgos en lo que algo ha de violar , de vida parasitaria, sin escrúpulos, mentiroso, mañoso, manipulador , controlador ,  sin conciencia, sin empatía, envidioso, impulsivo, un maléfico actor e histriónico,  camaleónico, engañoso, con un encanto o carisma falso,  que no asume culpas ni experimenta remordimientos por sus delitos y atrocidades , violento, narcisista, hipócrita , con repugnantes adicciones ;  que no respeta los derechos  humanos , que usa como cosas a las personas para sus fines delictuales y personales y hasta de serviles llamándoles eufemísticamente leales ,  y al  cual quieren en todo imitar , pues sienten que son el propio psicópata porque manejan poder delegado y lo ven como a un héroe – cuando en realidad es un anti líder , un delincuente – , al contar con su respaldo, por manejarse entre ellos como cómplices , coautores encubridores;  por la impunidad con que escupen y pisotean a los valores morales, éticos y violan flagrantemente las leyes con la aprobación del psicópata que es  la máxima autoridad de la institución. Y muchos prefieren hacer apostasía de Dios mientras adoran y obedecen a un psicópata.  Para estos falsos cristianos,  no olviden lo que dice el Señor «Maldito el hombre que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová».

Pues bien , la ejecución y práctica corrupta del psicópata en la institución , con aliados para el crimen de entre la fila de los trabajadores  , envía marcadamente las señales de que se pueden cometer impunemente delitos en la empresa y esa forma de actuar y desempeñarse se lleva al hogar donde se comentan en familia las hazañas del psicópata y cuantos dólares tienen producto del delito , llevando a la familia la noticia y se enteran todos en casa  y los hijos se apropian de esas ideas y creen que es normal y hasta correcto todo lo inmoral e ilícito que su padre o su madre hace con apoyo de su jefe el  psicópata , que todo eso es habitual y rutinario, que no tiene consecuencias penales ni éticas ni espirituales  y crean en el hogar las bases para fabricar sociópatas  por influencia del ambiente , por factores ambientales. Y la sociedad se corroe, en vez de producir gente honesta, íntegra y decente, crean patrones de comportamiento psicopáticos.  Los niños siempre se enteran tarde o temprano de los comportamientos “ocultos y reprochables” de su padre o de su madre. Y en un círculo vicioso, se transmiten patrones psicopáticos a la generación de relevo deformando su corteza psíquica, su caja de valores.  

A los trabajadores que son autómatas del psicópata incluso que en nada les importa cultivar o dejar enemigos en el camino con tal de cumplir las órdenes del mañoso, no se han percatado en su borrachera inmoral de que el psicópata no es eterno y que en algún momento ya no los respaldará y quedarán a la intemperie de la gente que ha quedado lastimada y el karma les llegará. Hay quienes trabajando para el psicópata se sienten poderosamente atraídos o atraídos por él o ella, al punto de dejarse vencer por la manipulación en un enamoramiento adulterino. El psicópata les carcome la psiquis.  La personalidad del psicópata se ha apoderado de ellos y tienen de su jefe psicópata una insana hipervaloración.  Hay demonios disfrazados de Ángeles. Son los Ángeles del psicópata.  

Una institución cuya imagen y destino está marcado por el ejercicio corrupto de un psicópata, es un volcán de putrefacción, es un mensaje a la sociedad de que los discursos de corrección y decencia son solo temas de salones,  para decir lo que el público quiere oír y escuchar, para hacerse ver como gente con valores  ; pero que de las prácticas institucionales habituales de vileza, latrocinio y contrarias a la ética , a la moral y con flagrante violación de las leyes , nadie debe atreverse a censurar ni a criticar. En empresas como éstas, la gente honorable y decente, integra y ganada  para el honor  y con temor a Dios, es gente que incomoda y que molesta, gente perseguida y vilmente maltratada, gente a la cual se le violan todos los derechos despectivamente y nadie piensa en el efecto boomerang.

Llamenle como quieran, el karma, el efecto boomerang o lo más certero, la justicia de Dios. Pero no olviden el largo brazo de la ley,  que tarde o temprano les pondrán los ganchos.

Las decisiones impulsivas de los psicópatas y sus cómplices, decisiones marcadas por la desesperación y no por la razón, dejan ver sus costuras y los auto delatan, máxime cuando van cambiando las semillas sanas por semillas protervas.

Todos saben que si quieres una buena planta y un fruto incorrupto, entonces  has de seleccionar  y sembrar las mejores semillas, las más hermosas, las que por sus nutrientes y componentes te producirán un mejor árbol, una mejor cosecha. Entonces, hemos de preguntarnos, ¿que calidad de semillas están proveyendo para la siembra y posterior cosecha, si  desde el inicio todo proceso es solo corrupción? Una semilla corrupta, dará un producto corrompido o  dará fruto maléfico. Pero es que estas palabras ni el discurso ni su filosofía interesa a quienes solo están corrompiendo y corrompiendose y llenándose de dólares mal habidos y la sociedad y la psiquis social nada importan para el interés ya confeso , dejado en evidencia y la costura ya vista de quienes tienen un negocio ilícito dentro de un negocio lícito. Así el psicópata corrompe y usa y se aprovecha de las instituciones y de quienes son proclives a dejarse enlodar, y consigue aliados en gente sin valores, en gente sin temor a Dios y en gente que en nada le importa el ejemplo que le dan a sus descendientes.  

Ya los psicópatas no cuidan ni las apariencias y dejan claro en sociedad y al resto de los trabajadores que solo los corruptos tienen cabida en las empresas que dirigen y controlan.  O hacen silencio o se van.  Si, además  que controlan, pues son obsesos del control de la gente, de los recursos y del miedo.  El psicópata es un peligroso depredador social que nos hace perder la confianza en las instituciones pues las corrompe.

El psicópata peligroso depredador social, es un riesgo psicosocial altísimo, pues corrompe hasta la psicología del trabajador quien puede querer ser émulo de este delincuente y justificarlo hasta las últimas instancias y hasta defenderlo creyéndolo un hábil gerente mientras que es un descarado ladrón y hampón, violador de los derechos humanos. Pero lo adorarás hasta que materialice en ti su psicopatía cuando ya no le sirvas para sus trampas, engaños, robos, manejos dolosos y pare de contar de las tropelías en contra de todo lo bueno y de todo lo sano, haciéndose ver como una persona correcta y de quien no dudarías por la histriónica manera de hacerse pasar por una persona  honesta y decente sin serlo. Y henchido de orgullo hasta harás un compadrazgo con un psicópata.

El psicópata es una plaga social, un despreciable histrión, peligroso agresor de la autoestima de sus víctimas  y de su seguridad psíquica y física. El psicópata hace apología del delito y si crees en Dios te hace apóstata para que lo adores, obedezcas y defiendas a él.

No sabes lo peligroso que es un psicópata, la peor lacra que la sociedad ha podido engendrar, si supieras lo que es realmente un psicópata huirías de él para impedir que controle tu personalidad y tu vida, así como evitar que sus códigos maléficos, delictivos y morbosos se enraícen en tu psiquis.  Recuerda que el psicópata es la maldad ambulante  y su sonrisa mordaz rubrica la satisfacción en lo que hace y en lo que destruye.

Ahora los perfiles del trabajador en la empresa que gerencia el psicópata son otros, o te unes a la corrupción o te vas. Nuevos cuadros con perfiles a la medida de las exigencias de una gestión corrupta   te enseñan los dientes del depredador social y sus cómplices y alcahuetes quedan descubiertos.  Llega el momento que ni las apariencias guardan.   

Son eslóganes de este tipo de gestiones: «el chorro de dólares mal habidos primero, aunque nos espere la cárcel o  el alma  se queme en el infierno por toda la eternidad». O «no importa si sacrificamos a inocentes, si nos volvemos ricos, aunque esperen por nuestras almas en el  averno.»

 Si quieres evitar la corrupción en ocasión a la actividad de la institución y te advierten de los delitos cometidos por su giro y  el desprestigio  es la matriz de opinión , cuando múltiples factores te revelan  que se ha venido a menos moralmente ,   que su imagen pública es un bochorno, percatate de los rasgos de la personalidad de quien la gerencia y si es un psicópata allí tienes la respuesta. 

En mi próximo artículo trataré la corrupción en otras esferas como las experiencias nobiliarias del Marqués psicópata y los trastornos de la personalidad de quienes se apropian de títulos.  Recuerden que la psicopatía es una alteración de la personalidad caracterizada por el narcisismo, la impulsividad y las conductas de control y manipulación.

crisantogleon@gmail.com

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