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La pandemia la ha impreso al tránsito migratorio hacia Trinidad y Tobago una rigurosidad necesaria para evitar el contagio masivo de personas. Sin pandemia ya el tránsito hacia la vecina isla era complejo, quizá como debe ser un estado que cuida a sus habitantes y su economía.

Sobre este tema el dirigente político Orlando Barrios plantea que ese proceso migratorio hacia la isla Trinitaria «no lo detendrá la posición férrea por parte de las autoridades costeras, pues existen ciertos elementos que dificultan su efectividad». Asegura que el canciller junto a la ciudadana Gobernadora del estado y el representante del gobierno Trinitario, deben de manera perentoria reunirse para planificar, coordinar un plan para su inmediata ejecución, que contemple medidas especiales», dijo.

Barrios reflexiona en que «la pandemia no puede ser factor limitante para tales acciones diplomáticas. Debe ser punto importante la facilidad de entrada y salida en ambos países. En donde sean requisitos indispensables además del cumplimiento del protocolo que establece la pandemia, la cédula de identidad,el pasaporte y de no tenerlo, emitir un permiso especial de permanencia. Estableciendo un tiempo de transeúnte no menor de 3 meses ni mayor a 6 meses. Ademàs se debe habilitar una embarcación que brinde el servicio de traslado a precios solidarios, que permita la captación de divisas, útil para cubrir gastos operativos y como un apoyo en el financiamiento de las políticas sociales que acertadamente viene realizando la Gobernadora con el ejecutivo nacional», estima el dirigente.

Espera que sus propuestas tengan eco en las instancias que tienen la posibilidad de llevar a cabo políticas que impulsen el desarrollo entre dos países hermanos.

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