Compartir

Un 5 de marzo de 1955 en una barriada caraqueña, entre gente pobre, el sacerdote jesuita Jesús maría Vélaz, funda esta organización.

El padre estaba encargado de la atención espiritual de un grupo de estudiantes de la Universidad católica y en una especie de ejercicio, los llevó al 23 de Enero para que palparan las necesidades de esa Venezuela pobre.

Juntos sacerdote y estudiantes empezaron a preparar a los niños para la primera comunión, pero no sin antes sensibilizarse por la pobreza en la que estaban sumergidos. Y entendieron que para mejorar su condición de vida era imperativo recibir educación y formarse como ciudadanos con dignidad.

Es así como ya Fe y Alegría se metió en cada rincón de este país, conducido por docentes comprometidos con los estudiantes y con la convicción de que la educación además de la fe pueden sacar al ser humano de la pobreza y otras miserias.

Hoy 66 años después son muchos los profesionales salidos de esas escuelas de Fe y Alegría que además se sienten comprometidos como ciudadanos con otros que como ellos necesitaron en algún momento de una mano amiga.

Hoy Fe y Alegría salió de las fronteras y está presente en 22 países de América Latina, África y Europa y donde se atienden más de 1 millón 500 mil niños, jóvenes y adultos en comunidades urbanas, rurales e indígenas.

Deja un comentario