Deltana asesinada en Trinidad fue encontrada en un pozo séptico

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La búsqueda de la venezolana desaparecida de 34 años, Joanna Díaz Sánchez, terminó el sábado cuando un novio de quien se separó confesó haberla arrojado a un pozo séptico en la parte trasera de su casa.
La División Central y la policía de homicidios fueron inmediatamente a la casa en Santa Clara Road en Preysal y encontraron el cuerpo en descomposición poco después de las 3 pm.

La policía dijo que debido al estado como fue hallado el cuerpo no pudieron confirmar la causa de la muerte será después que se realice la autopsia de ley.

El hombre, un mecánico de 35 años, quien se encuentra detenido. La policía lo arrestó el viernes por la tarde.

Los familiares vieron a Joanna por última vez el 29 de agosto, alrededor de las 4:00 pm, cuando salió de su casa en Buen Intento, Princes Town. Les dijo que iba a San Fernando a pagar un dinero de una transferencia que realizó a su madre en Tucupita y mas nunca regresó.

Un amigo la vio más tarde en San Fernando. Al día siguiente, todas las llamadas y mensajes a su teléfono celular quedaron sin respuesta.

Hace unos días, familiares preocupados reportaron su desaparición. Los familiares señalaron al sospechoso y dijeron que había abusado físicamente de ella.

Yuraima Sánchez, la madre de Joanna, en entrevista a El Periódico del Delta dijo que su hija fue pareja del sujeto que la asesinó quien tiene su residencia en Couva ciudad ubicada en el centro-oeste de Trinidad, donde vivía con ella, el año pasado. Una fuente en Trinidad reveló que Joanna se había mudado hace dos meses del lugar.

El sujeto involucrado sentimentalmente con Joanna Díaz

«Vecinos dijeron que no la habían visto allí durante unos tres meses. No oímos ni vimos nada. Las paredes son altas, y no esperábamos algo así en esta tranquila comunidad», dijo un vecino, que pidió permanecer en el anonimato.

«Vimos que la policía llegó y se lo llevaron el viernes. Asumimos que tenía algo que ver con las drogas».

Cuando decenas de policías regresaron el sábado, los vecinos se enteraron del impactante asesinato.

«En el pasado, la vimos con la nariz sangrando en la calle. No hablaba inglés. No sabemos si alguna vez lo denunció. Algunos venezolanos vinieron y estaban llorando», dijo otro vecino.

Los vecinos dijeron que el sospechoso vive con su madre. Después de la muerte de su padre hace unos cinco años, ella se quedaba ocasionalmente con familiares. Alegaron que debido al uso de drogas, el sospechoso se vuelve violento e irracional.

Los investigadores en la escena incluyeron a ASP Manick, Insps James, Figaro y Ragoo, Sgt Maloo, Cpl Smith y PC Siewdath. Buscaban pruebas y entrevistaban a personas. La policía se apoderó de una camioneta blanca del patio después de recibir información.

Karla Rodríguez, prima de Joanna, recordó que familiares y amigos informaron inicialmente que Joanna también pudo haber sido secuestrada.

El jueves por la noche, varios venezolanos fueron a la casa del sospechoso a buscarla. También se comunicaron con la policía, quienes, cuando llegaron, dijeron que no tenían orden de registro.

«La policía no entró a la propiedad para registrar porque no tenían una orden de registro. Estamos enojados y tristes con las leyes. La familia creía que Joanna estaba viva el jueves por la noche», dijo Rodríguez a un periódico local por teléfono.

«¿Cómo es que la policía ingresa a los hogares sin autorización de inmigrantes ilegales pero en este caso no? ¿Ese es el problema?»
La familiares en Tucupita están conmocionados y devastados, dijo.

La autopsia está programada para el lunes en el Centro de Ciencias Forenses en St James.

La muerte de Joanna Díaz Sánchez es el segundo caso de asesinato relacionado con la violencia doméstica en una semana. El miércoles, Sherian Huggins fue asesinada a golpes por su esposo separado, frente a sus hijos, en su casa en Dan Kelly, Puerto España. El asesino, Kevon Harris, murió luego por suicidio. Su cuerpo fue encontrado en Woodford Square.

Otro caso de abuso doméstico de una mujer venezolana se remonta a junio de 2019, cuando Evelyn Rojas fue asesinada a tiros por su novio durante una fiesta en Carapichaima. Hasta la fecha no se han realizado detenciones.
El último asesinato también sigue a un asalto a una mujer venezolana de 18 años, que fue atacada por tres hombres, el conductor y dos pasajeros, en un taxi PH en Fyzabad el 11 de agosto. Desde entonces, tres hombres han sido acusados de intento de asesinato y violación.

Varias ONG, entre ellas Womantra y Living Water Community, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados han condenado los crecientes ataques a mujeres venezolanas, muchas de las cuales llegaron a TT hace más de un año en una amnistía para los migrantes que huyen de su país.

NEWSDAY/JOSÉ GREGORIO RUÍZ

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