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Una embarcación que navegaba por el mar Caribe y estaba a punto de zozobrar fue detectada por los guardacostas de Estados Unidos, que al abordar el barco encontraron una carga sospechosa. Cuando la nave fue remolcada por las autoridades colombianas, descubrieron 7.5 toneladas de cocaína por un valor estimado de $286 millones.

Los guardacostas informaron que la tripulación de un avión HC-130 de patrullaje marítimo detectó a una embarcación sospechosa navegando al noreste de Panamá y lo notificó a la tripulación del barco Vigilant (WMEC), que envió un equipo de abordaje con autoridad policial que subió a la embarcación y descubrió que estaba en peligro de hundirse.

Otro equipo de rescate detuvo la filtración de agua a pedido de la tripulación de la embarcación, mientras que el equipo de autoridad policial continuó su inspección y descubrió una carga sospechosa.

Luego de que la embarcación presentara problemas mecánicos, la tripulación del Vigilant, en coordinación con las autoridades colombianas, remolcó la embarcación, y posteriormente la transfirió a la Guardia Costera colombiana y la Armada de Colombia.

Una vez en el puerto, la Armada de Colombia continuó la investigación a bordo de la embarcación y descubrió 16,700 libras de cocaína.

La embarcación de 72 pies de eslora estaba a 46 millas al noreste de Panamá, el pasado 8 de junio, informaron los guardacostas en un comunicado.

“El profesionalismo y resiliencia de nuestra tripulación fue evidente a pesar de los desafíos que enfrentó en este caso. Trabajando en condiciones arduas, mientras preservaban la navegabilidad de la embarcación, lograron identificar varios indicativos de contrabando, que dieron lugar a esta incautación”, dijo el capitán de Fragata Fred Bertsch, del comando del Vigilant.

El pasado 1 de abril, el Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM) inició operaciones antinarcóticos en el hemisferio oeste para interrumpir el movimiento de drogas y apoyar los objetivos de seguridad nacional.

“El éxito que logramos en operaciones de colaboración al enfrentar las amenazas persistentes a nuestro país a lo largo de sus vías marítimas, es prueba del valor que tiene nuestra relación con nuestro estimado aliado, Colombia.” dijo el Contraalmirante Eric C. Jones, comandante del séptimo distrito de la Guardia Costera. “Continuamos edificando nuestra relación como aliados, con los países en la cuenca del Caribe.”

La lucha contra los carteles de drogas en el mar Caribe requiere unidad de esfuerzo en todas las facetas, que incluyen la detección, monitoreo, interdicción, y el enjuiciamiento criminal por parte de los países aliados, agencias internacionales y la fiscalía estadounidense, dijeron los guardacostas.

La fase de ley y orden en las operaciones para combatir el contrabando en el mar caribe, se realizan bajo la autoridad del Séptimo Distrito de la Guardia Costera, con su cuartel general en Miami. Las interdicciones, incluyendo abordajes, se dirigen y realizan por miembros de la Guardia Costera de los Estados Unidos.

EL NUEVO HERALD

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