«El barco (Resolute) que embistió nuestra nave es ocho veces más pesado, es como si un boxeador gigante de 100 kilos agarrase a un niño y lo golpease», comentó el presidente Maduro
El choque de una embarcación con bandera portuguesa (Resolute) y un navío de la Armada venezolana (Naiguatá) ha sacudido de nuevo las relaciones entre ambos países, aunque Lisboa no lo considera un incidente diplomático y ha ofrecido su ayuda para esclarecer lo sucedido.
El suceso se produjo la noche del lunes 30-M, según la denuncia del Ministerio de Defensa venezolano, cuando un barco de la Guardia Costera que realizaba «tareas de patrulla marítima» al noroeste de las isla La Tortuga, a unos 200 kilómetros de Caracas, fue alcanzado por el Resolute, un navío de pasajeros que portaba bandera portuguesa.
La colisión generó «daños de gran magnitud», señala el ministerio venezolano en un comunicado reproducido en medios portugueses, y fue necesario emprender una operación de búsqueda y salvamento sin que la embarcación de bandera portuguesa atendiese la petición de rescate de la tripulación venezolana.
«El barco (Resolute) que embistió nuestra nave es ocho veces más pesado, es como si un boxeador gigante de 100 kilos agarrase a un niño púgil y lo golpease», comentó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, este martes.
Maduro calificó lo ocurrido de «un acto de terrorismo y piratería» y aseguró que las autoridades de la isla holandesa de Curação, donde se encuentra actualmente amarrado el navío de bandera portuguesa, «deben hacer una investigación».
AGENCIAS