Con unas listas de precios exorbitantes en los puestos de venta en el mercado deambulan los compradores buscando la manera de estirar sus presupuestos.
Por un lado los organismos a quienes les compete la vigilancia de precios y el control se encuentran durmiendo el suños de los justos, mientras las amas de casa deben hacer maromas, peripecias, ante la indiferencia institucional.
Con efectivo siempre es más barato, dijo un comprador ya que con punto pueden aumentar hasta tres veces el precio.
Los compradores exhortan a los entes gubernamentales a frenar la especulación y a evitar el cobro diferente en efectivo y por punto.
Los compradores también comenzaron a denunciar a los vendedores que no quieren aceptar los billetes de baja denominación del nuevo cono monetarios.
Argumentan que si ese dinero lo entregan los cajeros de los bancos, ¿por qué luego no los quieren recibir cuando tratan de hacer una compra normal?