Crisanto Gregorio León
Aquí en la tierra te jactas, te vuelves una persona pedante y presumida, un disfraz de corrección cuando vives en la perdición.
Hay quienes cometen adulterio de manera furtiva creyendo que engañan a Dios y hay quienes escandalosamente exhiben su adulterio con engreimiento y prepotencia mofándose de Dios y haciendo de su adulterio una bandera de soberbia, mientras sus almas están en el lodo y las llamas del infierno, siendo personas sin decoro ni corrección que pretenden en sociedad echárselas de justas y cabales , mientras en su inmoralidad tratan con rigidez a los demás seres humanos y caminan como si fuera dechados de virtudes .
El adulterio es detestable ante los ojos de Dios. La mujer adúltera, pecadora que por efecto de su adulterio, convierte a su vez en adultero a su esposo inocente y el hombre adúltero, pecador que por efecto de su adulterio, convierte a su vez en adultera a su esposa inocente, son todos reos del infierno. Es un pecado que compromete el alma de quienes lo cometen y de los esposos inocentes que desconocen que los engañan.
Los adúlteros solo piensan en la satisfacción de su carne y olvidan que el cuerpo es templo del Espíritu Santo. (2 Corintios 6:16), “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. Y debéis darme cuenta a mi tu Señor de lo que has hecho con mi templo, el cuerpo que tenéis y que debéis respetar.
Si cometes adulterio, debes pedirles perdón a Dios y a tu cónyuge para salvar tú alma, (Salmo 51:1-5).
No quieras agradar a los hombres, ni a tus jefes ni a nadie, cuando lo que debes hacer es agradarle a Dios.
Tu adulterio es conocido por todos, dijo el Bautista a Herodes Antipas y por eso hizo de Juan un mártir, ¿acaso es tan detestable tu alma que te quieres convertir en quien hace mártires a otros para esconder tu escándalo y tu pecado?
Arrepiéntete de tu vida inmoral, adúltera. Y haz una vida llena de buenas obras para recobrar tu lacerada alma inmortal.
Abogado / escritor.